Las dependencias de la Policía Local de Sanxenxo cuentan con un "relicario" de lo más particular. En una de las oficinas de la jefatura, situada en el lugar de Miraflores, se acumulan objetos de todo tipo, que cuentan con un denominador común: fueron extraviados (o, en muchas ocasiones, abandonados) por sus propietarios. Solo en lo que va de año, los agentes han recopilado más de 400 elementos, entre los que no faltan posesiones muy variopintas, como un cortador de marihuana, hallado en el entorno del parque de Punta Vicaño a finales del pasado mes de julio, o un microscopio que fue encontrado en la entrada del Mercado de Abastos de Sanxenxo.
Abelardo Martínez es uno de los integrantes del cuerpo de seguridad encargados de registrar los objetos sin dueño. "La mayoría llegan aquí en verano. De hecho, de todos ellos, solo 60 fueron hallados antes del 30 de mayo", asevera. El dato no es sorprendente, teniendo en cuenta que en agosto pueden llegar a juntarse en el municipio más de 100.000 habitantes.
Las carteras con documentación o las tarjetas bancarias y sanitarias son las posesiones extraviadas más habituales. En esos casos, localizar a los propietarios es relativamente sencillo: basta con una llamada teléfonica. En ocasiones, se dan situaciones un tanto curiosas. "Una vez encontramos una cartera y conseguimos localizar a su dueño llamando a su dentista, gracias a una tarjeta que tenía guardada. El hombre estaba veraneando aquí y ni siquiera se había enterado de que había perdido la documentación".
En el inventario pueden encontrarse objetos de lo más variopintos, como una cortadora de marihuana o microscopio
Los buenos samaritanos también existen en Sanxenxo, donde ya se han dado casos en los que los vecinos hacen entrega de un billetero con dinero en efectivo. "Una persona de Valladolid logró recuperar una cartera con 160 euros en metálico. La gente suele colaborar", explica Abelardo Martínez. Además de los ciudadanos de a pie, la Policía Local también cuenta con la ayuda de otros colectivos, como es el caso de los taxistas ("es muy llamativa la cantidad de carteras que se dejan olvidadas en estos vehículos", reflexiona el agente sanxenxino) o el Servizo Municipal de Emerxencias.
Los teléfonos móviles también se extravían con mucha frecuencia, especialmente en verano. Raras son las semanas en las que los socorristas no se encuentran en las playas con algún dispositivo tirado en la arena. Baltar y Silgar suelen ser los escenarios más habituales. Algo parecido sucede con el paseo que rodea el arenal urbano por excelencia de la villa, en cuyo muro se encuentran, en muchas ocasiones, objetos olvidados por algún transeúnte despistado.
Abelardo Martínez explica que "cuando nos entregan o encontramos teléfonos móviles los dejamos encendidos durante el mayor tiempo posible para ver si los propietarios llaman desde otro aparato". El avance de las nuevas tecnologías es un aliado importante, ya que ahora hay dispositivos que facilitan su rastreo. Las redes sociales también cumplen un cometido importante, ya que son muchos los ciudadanos que utilizan Facebook o Instagram para informar de la aparición de algún objeto de valor.
