Las religiosas de Santa Clara esperan nuevas ofertas para la venta del convento

Hasta el momento ninguna de las proposiciones convenció a las Clarisas, que darán prioridad a las empresas de Pontevedra

Convento de Santa Clara y su finca de 12.000 metros cuadrados. RAFA FARIÑA
photo_camera Convento de Santa Clara y su finca de 12.000 metros cuadrados. RAFA FARIÑA

El convento de Santa Clara aún no ha encontrado nuevo propietario. La orden de las Clarisas no ha llegado de momento a ningún acuerdo con las instituciones públicas y empresas privadas que le habían mostrado su interés por adquirir el cenobio, que permanece cerrado desde el 25 de septiembre de 2017, cuando las dos últimas monjas que lo custodiaban (Sor Sagrario y Sor Purificación) recibieron la orden de abandonarlo.

Sor Consuelo, la madre abadesa de las Clarisas de Santiago de Compostela (monasterio del que depende la gestión del convento de Pontevedra), asegura que "si por mi fuera, pondría en venta el edificio, pero aún no han aparecido compradores decididos a adquirirlo. De momento no hay nada en firme, a pesar de que ya han ido a verlo algunas personas interesadas a las que les ha gustado mucho pero que no acaban de decidirse".

Las visitas de posibles compradores, tanto de la propia ciudad como de otras localidades, continuarán a lo largo de los próximos días y meses, en base a las cuales formularán sus ofertas. "Quizás en mayo o junio adoptaremos un acuerdo, pero también cabe la posibilidad de que haya que esperar hasta el próximo año", señala Sor Consuelo, que se muestra prudente en sus declaraciones para evitar que sus palabras puedan perjudicar el proceso que permita al convento de Santa Clara tener una nueva vida, que será distinta a la de carácter religioso que ha tenido desde su construcción a finales del siglo XIII.

Sor Consuelo descarta la posibilidad de vender por separado el inmueble (que incluye la iglesia y las demás dependencias del convento) y la huerta de 12.000 metros cuadrados situada entre la calle Santa Clara y la Praza de Barcelos. "Resulta lógico que la persona que compre el edificio también quiera tener el espacio que lo rodea", comenta la religiosa, que se muestra esperanzada en la aparición de nuevas ofertas. "Tampoco hace tanto tiempo que el convento está cerrado y esta operación lleva su tiempo", apostilla.

De entre todas las ofertas, las Clarisas darán prioridad a las que formulen empresas o particulares de la propia Boa Vila. "Si hay gente interesada en la compra del convento que se ponga en contacto conmigo, y si es de Pontevedra mejor todavía. Me daría una inmensa alegría poder vendérselo a una empresa fuerte de aquí que no del extranjero".

Rechazadas las propuestas de otras órdenes religiosas
El cenobio de Santa Clara no volverá a ser gestionada por ninguna orden religiosa al no haber fructificado las negociones que mantenían las Clarisas con otras comunidades que habían mostrado su interés por gestionar el cenobio.

"Había varias congregaciones religiosas que querían hacerse cargo del convento pero en unas condiciones que a mi no me satisfacían y les dije que no", explica Sor Consuelo, que lleva directamente el proceso con el que las Clarisas quieren vender el convento de clausura.

27
Es el número de conventos clausurados por la orden de las Clarisas desde 2000. El año pasado cerró cenobios situados en Elgoibar (Guipúzcoa), Salamanca, Teruel y Granada.

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