Remontar y fútbol control. Dos opciones para un mismo fin: ganar.

Dos de las grandes pasiones de este país, la política y el fútbol, coincidieron en una calurosa tarde de campaña electoral

Anxos Riveiro conversa con Lores en el palco y Rafa Domínguez con su hijo, en la grada. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Anxos Riveiro conversa con Lores en el palco y Rafa Domínguez con su hijo, en la grada. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

PONTEVEDRA. Bajaba el telón de esta temporada el Pontevedra c.f en Pasarón en un ser o no ser que dependía de su triunfo ante un gran rival, el Atlético de Madrid B. Un emocionante minuto de silencio en recuerdo de un mito: Rafa Ceresuela y expectación máxima en la afición, espectacular en la despedida al equipo con intensas palmas pese a no lograr el ansiado triunfo. En esa expectación y en la búsqueda de victorias andaban también nuestros políticos, de ahí que la cita del domingo se convirtiese en un apetecible escenario para estar.

Habituales de la tarde futbolera de domingo, como Rafa Domínguez o Iván Puentes, no faltaron, otros, más esporádicos, como el propio alcalde Lores, acompañado por la concelleira de deportes, Anxos Riveiro, compartieron palco con la anfitriona, Lupe Murillo. Tras ellos Jacobo Moreira ofrecía un "deja vu" que el paso de los minutos y el comprobar como Rafa Domínguez vestía una camisola granate borraron de un plumazo.

"Pontevedra nunca se rinde" cantaba la afición granate. Y nuestros políticos tampoco. Pero al Pontevedra le cayó un gol en el minuto 12 y tocaba remontar. Rafa Domínguez lo tenía claro: "Confío en la remontada", decía, refiriéndose, a lo visto en la primera parte, y no a otra cosa. O quizás sí. Lo cierto es que Rafa Domínguez estaba junto a su hijo, Rafita, fino delantero que quizás se viera el domingo en un futuro correteando sobre el césped de Pasarón. Realmente a ese equipo le falta gol, pero quizás tampoco sea cuestión de esperar tanto. Mientras, el líder del PP pasaba consulta a varios pacientes que abordaban al galeno como si estuviese en su propia consulta, y a los cuales no dudó en atender de urgencia, a la espera de una revisión más detenida.

El calor apretaba de lo lindo, y una especie de agotamiento parecía afectar al once granate, demasiado espeso a la hora de la creación futbolística. Así lo detectó el alcalde, quien, en el descanso, y con un botellín de agua compartía con la concelleira de Deportes comentarios sobre el frenesí deportivo de la ciudad en las últimas horas. Y no les hablo del ITU Multisport, sino del Campeonato de España de Badminton que se estaba celebrando en el Príncipe Felipe o de la multitudinaria Cuatro Picos. "Como queres que vaia a mitinear", comentaba una concelleira feliz por cómo Pontevedra está siendo un modelo, también en lo deportivo. El alcalde, por su parte, comentaba lo que sucedía en el terreno de juego: "Vexo ao equipo un pouco espeso, non sei se pola calor, aínda así teño confianza neles", afirmaba Lores, que no hablaba de remontadas, y sí de "non relaxarse e de mobilizar á xente, para que non se pensen que esto está feito. Nós o que si temos feita é a campaña en base ao traballo destes anos, e aí está". Es decir, un fútbol control de manual. Y, así, este partido era una especie de descanso entre sendos mítines para el BNG. Por la mañana Bora y tras el partido Lérez.

Apenas regresaban todos ellos a sus asientos cuando las esperanzas se vinieron abajo con el tempranero gol del filial colchonero, que condenaba a los granates a hacer del resto del partido un querer y no poder. Los minutos iban pasando, el Pontevedra C.F. no remontaba y Rafa Domínguez disfrutaba del placer de ver con su hijo un partido de fútbol, "Uno de los mejores momentos de la semana. Tanto sus partidos como los del Pontevedra", afirmaba Domínguez. Ya por la mañana el candidato había hecho armas futbolísticas en la Illa das Esculturas en un acto de campaña con jóvenes. Al tiempo, Lores consultaba los wassaps de su móvil, entendiendo que el partido por jugar ya estaba fuera de Pasarón, y mientras, los superticiosos echaban de menos a Tino Fernández, afectado por un dolor de espalda que le obligó a guardar reposo ante los días que se aproximan, y es que al parecer el candidato socialista es un talismán para los granates en casa durante una temporada en la que sólo han perdido un partido. El del domingo.