La "república independiente" de Lepanto estrena brigada vecinal de obras

Los residentes acometen la mejora de la calle a la espera de que el Gobierno local les informe sobre el inicio de las reformas comprometidas

Los vecinos colocando cinta antideslizante en una tapa de registro situada en la acera. JAVIER CERVERA-MERCADILLO - Calle Lepanto
photo_camera Los vecinos colocando cinta antideslizante en una tapa de registro situada en la acera. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Cinta antideslizante, tijeras y alcohol. Con este material la "brigada vecinal de obras" de la "república independiente" de la calle Lepanto inició este jueves la primera de una serie de "pequeñas reformas" que pretende desarrollar para mejorar este vial, "abandonado sistemáticamente por el Gobierno local".

La actuación se centró en una tapa metálica situada en la acera, a la altura del número 7 de Lepanto. La chapa, que cubre un registro eléctrico, representa un peligro para los peatones, sobre todo en días de lluvia, en los que se vuelve extremadamente resbaladiza.

Eduardo Barros, uno de los vecinos que forma parte del equipo de trabajo, explica que han decidido ponerse manos a la obra porque "llevamos 20 años viendo cómo el Concello arregla las calles aledañas, incluso varias veces, y en la nuestra, aún demandándolo, no lo hace. Los vecinos de la calle Lepanto nos consideramos una república independiente en la que nosotros mismos tendremos que efectuar las reformas por nuestra cuenta".

Además, anuncia que la peculiar protesta "es la primera acción de algunas más que acometeremos con nuestro dinero si no nos arreglan la calle. Que el Gobierno local no se preocupe porque somos más cívicos que otras personas que para protestar convocan manifestaciones".

Barros subraya que los residentes "nos vamos a dedicar a arreglar nuestra calle. Hemos empezado por esta tapa metálica para evitar que se repitan las reiteradas caídas de gente. Además de los resbalones es un vial muy oscuro, muy estrecho y poco accesible para las personas con cualquier tipo de incapacidad o dificultad de desplazamiento".

Los vecinos anuncian que tienen previsto efectuar nuevas acciones reivindicativas para denunciar la "falta de respuesta" del Gobierno local a la petición de entrevista que le solicitaron a finales de agosto "para ver la evolución del proyecto de reforma" propuesto por la Administración municipal, cuyos responsables, aseguran los residentes, "no nos reciben, atienden ni contestan, por lo que deducimos que no se va a hacer ninguna reforma".

En este sentido, recuerdan que en marzo el Concello les había presentado un anteproyecto de reforma que contemplaba una inversión de 264.000 euros. Desde entonces no se han producido avances a pesar de que en junio el proyecto definitivo ya había sido consensuado con los vecinos y comerciantes de esta zona del barrio de San Antoniño. Se trata, en concreto, de una reforma integral de la vía, que pasará a ser de plataforma única, con pavimento de adoquín confinado en bandas de hormigón y una plazoleta con tres árboles y cinco bancos en la intersección con Benito Corbal.

En concreto, la solución acordada para el tramo de la calle más próximo a la vieja sede de la Xunta prevé la supresión de las siete plazas de aparcamiento de la zona, en la que también se instalará un aparcabicis para dar respuesta al aumento de la demanda de este tipo de elementos por parte de los vecinos que utilizan este vehículo en sus desplazamientos.

El plan de reforma también incluye la renovación de los servicios de saneamiento, acometidas de agua y separación de aguas pluviales y fecales.

Los residentes advierten de que en caso de que el Concello continúe sin dar señales de vida volverán a realizar nuevas reparaciones en la calle, entre ellas la colocación de velas y linternas para iluminar el vial. "Las farolas de tecnología led, que son de primera generación, tienen muy poca potencia", subrayan los integrantes de la comisión vecinal de obras.

En la agenda del plan de reformas también se encuentra la señalización de la caja de registro del suministro de gas situada en la fachada del edificio situado en el número 7 de Lepanto. Se trata de una estructura metálica contra la que han tropezado algunos viandantes.

Peligrosa caja de registro de suministro de gas. JAVIER CERVERA-MERCADILLO - Calle Lepanto
Peligrosa caja de registro de suministro de gas. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
 

"Vamos a efectuar un estudio presupuestario de cara a final de año para ver cuánto tenemos que recaudar entre los vecinos para ir haciendo pequeños arreglos en esta calle. A lo mejor organizamos alguna colecta solidaria para poder financiar las obras de mejora", subrayan los representantes de los residentes, que este jueves contaron con el apoyo de José Luis Martín, concejal del PP. "Los vecinos de Lepanto tienen toda la razón en reclamar para esta calle las mismas condiciones que el resto del centro de Pontevedra. Llevan esperando por la reforma más de dos décadas y esta presenta un estado muy deficiente en comparación con los viales aledaños", sentencia.

Protestas. De los globos de colores a la cinta antideslizante

Globos en la calle Lepanto

Los vecinos de Lepanto comenzaron a exteriorizar su malestar con el Gobierno local por la exclusión de la calle del plan de reforma de San Antoniño adornando sus ventanas y balcones con globos de colores en septiembre de 2017.

Con esta protesta lograron que el Concello contemplase la mejora del vial y consignase el presupuesto necesario para su realización.

Tras arrancar este compromiso, los residentes han vuelto a la senda de la reivindicación echando mano de cinta antideslizante. "No pararemos", aseguran.

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