Acepta tres años y medio de prisión por quedarse dinero de clientes de una aseguradora en Pontevedra

El hombre, responsable de varias oficinas de una firma de seguros, reconoció que se apropió del dinero de más de 30 personas
Audiencia Provincial de Pontevedra. DAVID FREIRE
photo_camera Audiencia Provincial de Pontevedra. DAVID FREIRE

El responsable de varias oficinas de la aseguradora Mapfre en la ciudad de Pontevedra ha aceptado una condena de tres años y medio de prisión por quedarse el dinero de más de 30 de sus clientes. La sección cuarta de la Audiencia Provincial ha resuelto este jueves mediante un acuerdo de conformidad el juicio contra este hombre por los delitos de falsedad en documento mercantil y apropiación indebida

La Fiscalía pedía inicialmente cinco años de cárcel para el acusado y una multa de doce meses con una cuota diaria de 10 euros. En virtud del acuerdo alcanzado antes de la celebración de la vista oral el acusado reconoció la autoría de los hechos y aceptó una condena de tres años y seis meses, además de una multa de 10 meses con una cuota diaria de 6 euros que en caso de impago será conmutada por un día de privación de libertad por cada dos cuotas no abonadas. 

Como indemnización, el acusado deberá abonar a la firma para la que trabajaba la cantidad de 66.228,93 euros y otros 4.475 a una de las mujeres a las que estafó. Mapfre ya resolvió la cuestión económica al indemnizar a los perjudicados y esta mujer prefirió presentarse en el tribunal por su cuenta para defender su caso. 

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, entre noviembre de 2007 y diciembre de 2013, este hombre, "movido por la intención de obtener un beneficio económico y aprovechando la facilidad que le reportaba su cargo para tener acceso a la documentación de las entidades y la depositada por los clientes", se apropió del dinero de más de 30 clientes llegando incluso a imitar sus firmas

En virtud de su confesión, se consideran hechos probados, que el acusado realizó reembolsos a cuentas bancarias a nombre de su esposa y de su hija, modificó los pagos de primas y usó documentación que tenía a su disposición sin la autorización de los titulares. La sentencia es firme y contra ella no cabe recurso. 

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