La Audiencia Provincial de Pontevedra juzga este lunes a tres de los presuntos responsables de la asociación cannábica Casa María, acusados de delitos contra la salud pública y, en dos de los casos, de asociación ilícita, por los que se enfrentan a penas de entre tres y cuatro años de prisión.
El representante del Ministerio Fiscal en el caso, Jesús Calles, explica que los procesados F.J.P.O. y L.A.F.L., que constituyeron la citada asociación cuyos fines eran "el estudio sobre el cáñamo y sus posibles aplicaciones culturales, científicas y terapéuticas", entre otros, "al menos desde marzo de 2013 se han dedicado a utilizar una vivienda de Pontevedra como secadero de plantas de cannabis que después vendían a terceros".
El fiscal añade que posteriormente, con el apoyo del también acusado R.B.B., alquilaron otra vivienda, en este caso en Vilaboa, para destinarla "a sembrar y hacer crecer plantas de marihuana para la posterior venta a terceras personas en la casa de Pontevedra".
La acusación sostiene, en resumen, que los procesados empleaban la casa de Vilaboa para el cultivo y la de la calle Tristán de Montenegro, en Pontevedra, para su secado y venta. Por los hechos, además de la prisión y el decomiso de sustancias y útiles para su cultivo que fueron decomisados, el fiscal pide la disolución de la asociación Casa María.
