La avalancha de virus que se esquivó con bastante suerte en invierno se ha presentado a destiempo, cuando tocaba despedirse del termómetro y los paños fríos.
La relajación de las medidas covid y, sobre todo, la retirada de las mascarillas, han dado paso a un repunte de las infecciones víricas que afectan sobremanera a la población infantil y entre las que el covid ya no ostenta la mayoría. Tanto centros sanitarios como complejos escolares percibieron en las últimas semanas una importante transmisión de todo tipo de virus, algunos más típicos de meses más fríos y otros que, aún no siendo tan estacionales, se están reproduciendo con intensidad. ¿Ejemplos? Unos cuantos.
Tipo de infecciones
Sara Pereiro, pediatra en el centro pontevedrés Amado Clínica Pediatra, asegura que están en circulación virus más propios del invierno, como el adenovirus o el rinovirus, que hacen que a estas alturas del año se sigan viendo "infecciones respiratorias en las vías altas". Y también virus que se mantuvieron bastante a raya durante la pandemia y que han vuelto con fuerza con la interacción social como, por ejemplo, los causantes de gastroenteritis, la herpangina (caracterizada por la aparición de ampollas o úlceras en la boca) o la estomatitis aftosa (que produce aftas en la boca y la mucosa oral).
Centros de salud, guarderías y colegios registraron en las últimas semanas un elevado número de procesos catarrales más propios del invierno, así como gastrointeritis, herpangina y covid que sigue en circulación
La gripe circuló, además, "más tiempo" de lo normal y, aunque no llegó al nivel de epidemia, hizo que los profesionales de pediatría atendieran "casos de gripe A hasta hace muy poco", indica la especialista.
Causas de la reactivación
La doctora Pereiro vincula la reactivación de las infecciones víricas con "la retirada de las medidas de protección" que se impusieron para frenar la transmisión del coronavirus, entre las que destaca el abandono de la mascarilla "en interiores" y una menor higiene de manos respecto a cuando la covid estaba en primer plano.
Además, considera crucial el hecho de que mucha población infantil, sobre todo la menor de dos años, "no ha estado expuesta a infecciones debido a todas las medidas de prevención", por lo que ahora se encuentran "menos inmunizados" de lo que estarían si la pandemia no hubiera hecho acto de presencia.
¿Hay síntomas de alarma?
Muchas de estas infecciones víricas provocan la alarma en las familias, ya que en numerosas ocasiones van acompañadas de fiebre y manifestaciones anormales (como el caso de las llagas). No obstante, la pediatra afirma que "en general no se está viendo ningún virus que ponga en riesgo la salud de manera importante" y que, salvo casos puntuales de neumonía u otros cuadros relevantes, la mayoría se resuelven solas, con la única prescripción de tratamientos para aliviar los síntomas.
El 45% de los niños ingresados se infectan de más de un virus
"Son infecciones frecuentes y ninguna es preocupante. Lo que ocurre es que desde hace unas semanas han confluido en el tiempo. Hace unos meses las infecciones víricas que había eran por covid. Ahora hay por coronavirus y más virus", concluye Pereiro.
En el hospital
El jefe de Pediatría del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra, José Antonio Couceiro Gianzo, confirma que los profesionales del servicio están observando que están en circulación "virus respiratorios en épocas estacionales no habituales" y que probablemente en este fenómeno "han tenido una notable influencia" las medidas establecidas "para el control de la pandemia".
Salud mental
El especialista destaca que las infecciones que están siendo más comunes son las virales. Entre ellas, sigue destacando la covid, una infección "que se ha dejado sentir en la población pediátrica" de Pontevedra y que, en palabras del pediatra, ha dejado un reguero de secuelas que van más allá de procesos febriles o congestiones nasales puntuales.
Couceiro asegura que, a pesar de sufrir la enfermedad con "menor gravedad" que muchos adultos, los niños "han sido una población psicosocialmente afectada" por la pandemia. "El confinamiento, el cierre de las escuelas, el cambio en los hábitos de vida, el aumento del sedentarismo y del consumo de tecnología digital, el empobrecimiento de muchas familias, el miedo, las vivencias de la enfermedad en familia y amigos, el aislamiento social, situaciones intrafamiliares que propiciaron tensión y violencia...". El pediatra incide en que la población pediátrica ha encarado multitud de retos que en muchos casos "han desencadenado problemas de salud mental y alteraciones de conducta» que, sobre todo, afectan a los adolescentes".
A nivel servicio, Couceiro asegura que la pandemia "apenas repercutió en la atención a patologías urgentes", aunque durante la primera ola (2020) sí se produjo "un retraso en la vacunación sistemática y en las revisiones de niños con enfermedades crónicas". Según añade, esto "se ha logrado subsanar en parte mediante el incremento de la actividad de los pediatras e implementando novedosas consultas telemáticas que han demostrado que existe otra forma ágil de hacer pediatría si contamos con la complicidad y la confianza de las familias".
