Retiran del mercado gallego cocaína valorada en unos 300 millones de euros en siete meses

La Brigada Central de Estupefacientes actúa de muro de contención ante los impulsos de los grandes grupos criminales afincados en las Rías Baixas, que están desviando sus rutas hacia otras latitudes

Muestra de cocaína. ADP
photo_camera Muestra de cocaína incautada en una operación. ADP

Muro de contención. Esa es la mejor definición de las costas gallegas en lo que al tráfico internacional de cocaína se refiere. Un año más, las ansias de las organizaciones criminales internacionales por inundar el mercado europeo de polvo blanco están muy presentes. Frente a ello, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con la Policía Nacional como estilete principal, han retirado del mercado droga valorada en unos 300 millones de euros entre noviembre de 2018 y mayo de 2019. Los datos, extraídos solo de los grandes alijos decomisados en ese período, incluyen la coca decomisada en tierra (principalmente en Pontevedra) y en altamar, en dos grandes cargamentos cuyo destino previsible eran las rías gallegas. Los más de 8.000 kilos incautados han sido suficientes para reducir la introducción de la sustancia estupefaciente, aunque no para erradicarla. Una clara muestra de ello es que su precio al por mayor en el Noroeste peninsular no alcanza los 30.000 euros el kilo, cuando en otras latitudes (Reino Unido, uno de los principales destinos de la droga que entra por Galicia), esa cifra se duplica.

La presión policial, encarnada por los Greco de la Brigada Central de Estupefacientes, pero también por las Udyco, el ECO y el Edoa de la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera, ha obligado a los narcos gallegos a adaptarse. Así lo asegura Emilio Rodríguez, jefe de Greco Galicia, que reconoce lo obvio, que "los narcos siguen trabajando por las costas de las Rías Baixas", pero añade que "se están adaptando a los nuevos tiempos. Algunos grupos criminales con matriz en esta provincia están desviando sus rutas de entrada. Controlan, al menos en parte, grandes terminales de contenedores a nivel europeo, tales como Algeciras, Barcelona y Valencia, en España, y especialmente Rotterdam y Amberes, en Holanda y Bélgica".

El primer alijo de cocaína esta última oleada fueron los 650 kilos incautados en un chalé de la avenida de Bos Aires, en el corazón de Pontevedra, que incluyó la caída de una organización hispanocolombiana. Santos Bernal, jefe de la Udyco central, expuso en este periódico que "en Galicia tenemos una ventaja, que es el apoyo constante que recibimos de la Fiscalía y de las autoridades judiciales, de las fundaciones y las asociaciones que luchan contra la droga", a lo que añadió que "a pesar del problema de las plantaciones en Colombia, la actividad policial en Galicia ha servido para controlar el asunto".

A finales de año, la Brigada Central logró desarticular una trama que colaba pasta de coca entre harina de palmiste por el puerto de Marín, en grandes contenedores que eran conducidos a Valencia con la ayuda de empresarios de varios puntos de España. El laboratorio había recibido materia prima para extraer 3.000 kilos tras recibir la mercancía de tres embarcaciones distintas. La principal dársena de la ría de Pontevedra es difícil de controlar tras el aumento del tráfico de contenedores de los últimos meses. "Todos los días entran miles de contenedores (en los puertos de Europa) y eso es muy difícil de controlar", explicó Rodríguez Ramos.

A mediados de enero, el Greco Galicia acabó con el entramado que habían montado narcos de O Salnés con un empresario de la fruta afincado en Ourense y los imprescindibles socios sudamericanos. La Policía se incautó de un contenedor con cocaína oculta en plátanos procedente de Oporto y detuvo a sus responsables. "El problema sigue presente y subsistiendo, y con que haya un solo traficante ahí seguiremos", comentaba Bernal.

Los dos últimos alijos son muy recientes. El primero, punto culminante de la operación Beluso, sirvió para decomisar 1.500 kilos de cocaína en el pesquero Apolo I al Norte de Cabo Verde. La unidad Greco pretende cerrar el círculo con el arresto de los posibles receptores de la droga en las Rías Baixas, por lo que el asunto se mantiene bajo secreto a la espera de nuevas detenciones.

El más reciente, presentado esta misma semana por la Agencia Tributaria (aunque fruto del trabajo conjunto de Aduanas, Policía y Guardia Civil), sirvió para echar abajo las intenciones de un grupo de pescadores, supuestos narcos, que pretendían colar entre sus capturas 2,5 toneladas de cocaína. Antonio Duarte ensalza el valor de los medios de comunicación, que "hacen que esta lacra, que sigue más viva que nunca, no se olvide", a lo que añade que "el capo gallego, desde prisión, sigue haciendo lo único que sabe, busca proveedores y conecta transportistas".

Junto a las citadas operaciones, que retiraron del mercado droga valorada en unos 300 millones (cantidad muy superior según el país en el que se fuese a vender y su posterior corte), destacó en este primer trimestre la detención por parte de la Udyco de Braulio V., y la investigación por blanqueo de capitales a los presuntos testaferros de Parido.

Operaciones


650 kilos. En el corazón de Pontevedra

650 kilos. En el corazón de Pontevedra

La avenida de Bos Aires, en pleno centro de Pontevedra, así como Ribadumia, fueron los escenarios de un operativo espectacular que sirvió para acabar con un grupo hispanocolombiano con capacidad para introducir en Europa gran cantidad de cocaína.


439 kilos. Contenedor en Ourense

439 kilos. Contenedor en Ourense

El puerto de Leixoes, en Oporto, era la vía de entrada, y una empresa de frutas de Ourense el lugar para el almacenamiento. Con narcos de O Salnés de por medio. Así funcionaba la organización desarticulada.


3.000 kilos. En harina de palmiste

El M Northwood, el miércoles, en el Puerto de Marín. Fue uno de los portacontenedores empleaods para introducir en Galicia pasta de cocaína entre harina de palmiste. J. CERVERA-MERCADILLO

Tres portacontenedores que surcan los mares de todo el mundo llegaron a Marín con pasta base para extraer 3.000 kilos de cocaína. Una investigación en Valencia sirvió para desmantelar el entramado.


2.500 kilos. Palangrero vascogallego

2.500 kilos. Palangrero vascogallego

El más reciente operativo se saldó con la detención de los siete tripulantes del pesquero Gure Leire, un barco que supuestamente pretendía atracar en puerto gallego con 2.500 kilos de cocaína que había cargado cerca de Cabo Verde pasando inadvertido a ojos de las autoridades.


41 kilos. Operación Cambalache

41 kilos. Operación Cambalache

Tres gallegos fueron detenidos hace apenas dos semanas por intentar importar un contenedor con 41 kilos de cocaína oculta entre maderas. Los arrestos se incluyen en la operación Cambalache, un gran trabajo policial que desarticuló el clan argentino de los Loza.


1.500 kilos. Pesquero al Norte de Cabo Verde

1.500 kilos. Pesquero al Norte de Cabo Verde

La operación Beluso, que aún continúa abierta, sirvió para decomisar 1.500 kilos de cocaína que transportaba el pesquero Apolo I en el área de Cabo Verde. El barco, destinado a Galicia, fue remolcado a las islas Canarias y sus tripulantes detenidos.

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