Rouco Varela elogia el "esplendor" que adquirió la Semana Santa de Pontevedra

El cardenal leyó un pregón en el que dijo que las cofradías son "una muestra de la piedad que siempre ha caracterizado a esta ciudad" y ensalzó la labor de los párrocos con las obras de caridad

El cardenal Antonio María Rouco Varela durante la lectura del pregón en el Teatro Principal. RAFA FARIÑA
photo_camera El cardenal Antonio María Rouco Varela durante la lectura del pregón en el Teatro Principal. RAFA FARIÑA

El cardenal Antonio María Rouco Varela ofreció este lunes un pregón en un Teatro Principal abarrotado que marcó el inicio de los actos de la Semana Santa de Pontevedra. No había vuelto a esta ciudad desde "septiembre u octubre" de 1994, como él mismo recordó para precisar que en los 18 años de su ministerio episcopal había acudido a los actos dedicados a la Virgen Peregrina, "siete años como obispo auxiliar, un año como administrador apostólico y diez como arzobispo de Santiago de Compostela", cuando en la Boa Vila "aún no se pregonaba la Semana Santa y tampoco se había llegado a la revitalización de las procesiones".

Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid (renunció a esta diócesis por motivos de edad el 28 de agosto de 2014), calificó como "una buena noticia" que la Semana Santa de Pontevedra haya adquirido en las últimas dos décadas el esplendor popular de su historia, que está impregnada de fe cristiana y católica".

El ilustre orador señaló que este discurso era "un eco lejano" del "gran pregón que es el Evangelio", al que hizo referencia durante su intervención.

Además, Rouco Varela admitió que se había emocionado al escuchar los nombres de las siete cofradías penitenciales que procesionan en la capital de las Rías Baixas en Semana Santa: O Corpo Santo, Nuestra Señora del Amor Hermoso, Nuestra Señora del Mayor Dolor, del Silencio, de Nuestro Padre Jesús con la Cruz a Cuestas, de la Vera-Cruz y Misericordia y del Espíritu Santo. "Son una muestra bellísima de una piedad honda y acendrada que siempre ha caracterizado a esta ciudad".

El pregonero hizo un repaso a la historia de Pontevedra para recordar que fue a finales del siglo XII cuando esta ciudad comenzó a desplegarse en lo económico, en lo social, en lo cultural y también en lo religioso, "siempre inspirada e impulsada mayoritaria y decisivamente por la profesión de la fe cristiana de la inmensa mayoría de sus habitantes". Es, dijo, una fe que sigue "viva y activa" a través de las obras de caridad que impulsaron, entre otros sacerdotes de esta ciudad, Edmundo Noya Mougán (Santa María la Mayor), José Ríos Guiguirey (San Bartolomé) y Jaime Vaamonde (Santa María la Mayor).

Además, Rouco Varela indicó que, al igual que Santiago "no existiría como ciudad" si no hubiese catedral, "no se entendería la historia de Pontevedra sin su convento de San Francisco, sin su Real Basílica de Santa María, sin su iglesia de San Bartolomé y sin su santuario de la Divina Virgen Peregrina".

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