La Rúa Figueroa, la gran cuna del tapeo

Gracias a restaurantes con más de treinta años de actividad como A Taberna de Félix, el Bar La Estrella o La Chiruca, esta siempre ha sido una de las zonas preferidas por pontevedreses y turistas para comer o cenar
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photo_camera Hosteleros del Bar La Estrella, La Espuela y Dükela. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Una decena de establecimientos de hostelería dan vida en la actualidad a la calle Figueroa. Una vía de poco más de 100 metros de longitud que es conocida, tanto para los pontevedreses como para los miles de turistas que pasan cada año por la ciudad, por ser la gran cuna del tapeo.

Cada verano, esta zona se inunda de terrazas que ofrecen una gran variedad de productos típicos de Galicia: la tortilla, el pulpo, los calamares o los pimientos de padrón son los platos que más van y vienen a lo largo de toda la calle, la cual une la popular Praza da Estrela con la Rúa Sarmiento.

Pero, ¿cuál es su origen? El actual nombre de la calle se debe a un proyecto de 1854 con el que se pretendía recordar a la familia Figueroa. Anteriormente, desde 1437, era conocida como la Rúa de Moldes, y estuvo a punto de denominarse, en 1843, como Tristán de Montenegro.

"Deixarse levar polas virtudes desta rúa é unha das mellores experiencias que pode amosar Pontevedra. Balcóns cheos de xeranios, fiestras dende as que saen á rúa os aromas dunha gastronomía chea de matices e contrastes, terrazas ateigadas de xentes que falan, que enchen a rúa do bulir da diversión do ser humano", explica Ramón Rozas en el libro Rúas de Pontevedra.

Negocios

En esta vía tan estrecha se aglomeran algunos de los establecimientos hosteleros más famosos de la ciudad. Los primeros en llegar a la zona fueron A Taberna de Félix, el Bar La Estrella y La Chiruca. Este último cerró sus puertas el año pasado tras la jubilación de sus dueños. Tomó el relevo La Espuela, negocio que ya estaba abierto en el local de al lado y que, de este modo, amplió sus instalaciones.

Félix Caeiro, dueño de A Taberna de Félix, que abrió en 1990, reconoce que "el entorno cambió mucho pero lo hizo para bien". "Cuando abrí aquí éramos tres negocios y había pocos lugares de tapeo en toda la ciudad, El Pitillo, la zona de las cinco calles y poco más. Ahora todos los que estamos aquí damos comidas, y hasta los guías, cuando vienen con los turistas, hablan de nosotros".

El hostelero asegura también que este 2023 está siendo un muy buen año en cuanto a actividad económica se refiere, aunque lo mejor está por llegar. "Desde enero, con los peregrinos, hemos tenido mucho ajetreo, pero ahora en verano habrá más gente", señala.

Otra de las personas que más conoce la calle Figueroa es la copropietaria del Bar Estrella, Angélica Suárez, hija del fundador, Manuel Suárez, que está a cargo de este negocio junto a su socio, Michele. "El bar lo abrió mi padre en 1976, pero el se jubiló en el 2018 y ahí lo cogimos nosotros. Después, en junio del año pasado cogimos también el local de al lado y abrimos el Kamelia", explica.

La empresaria reconoce que "en los 80 se empezó a poner en auge el tapeo, y aunque ahora hay muchas más zonas, durante años este fue el lugar del tapeo por excelencia en la ciudad".

Uno de los últimos en abrir su restaurante fue Arbey Salazar, que hace diez años puso en marcha La Espuela, justamente en el bajo donde antiguamente había una zapatería. "Vinimos para aquí casi de casualidad. Encontramos un local que estaba en alquiler y empezamos a los poquitos. Ya este año finalmente decidimos coger también lo que era La Chiruca y así poder ampliar el negocio", explica.

Salazar reconoce que esta es "una calle muy peculiar" ya que "solo tienes gente en el tramo que va desde las 14.00 hasta las 16.00 horas. Después la gente se esfuma y no vuelve a haber nadie hasta las 21.00 horas". Eso sí, añade, "esta es la zona del tapeo por excelencia porque si sales a comer o cenar sueles venir siempre por aquí".

Completan la oferta gastronómica de la calle, en el entorno de la Praza da Leña, los establecimientos Feira Vella, A Casa da Leña y el Restaurante Rúas. Además, para este otoño está previsto la apertura de otro local en el bajo que anteriormente ocupó El Aleph.

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