Las rutas top de los runners pontevedreses

El trazado que transcurre desde el río Lérez hasta la cascada de Bora, el Paseo a Marín o los senderos que atraviesan las Marismas de Alba son los caminos preferidos por los pontevedreses para realizar deporte por su accesibilidad y la sensación de seguridad
Dos hombres haciendo deporte. DAVID FREIRE
photo_camera Dos hombres haciendo deporte. DAVID FREIRE

Nada mejor que empezar con buenos propósitos el año nuevo. Dejar de fumar, beber menos o aprender idiomas puede ser habitual en las lista anual de buenas intenciones, pero la que siempre tiene mayor auge es: hacer deporte. Y qué mejor manera de hacerlo si es al aire libre.

Precisamente, Pontevedra, goza de multitud de rutas habilitadas para caminar, correr o practicar cualquier deporte que se precie. Propuestas como Ponteunminuto creadas por el Concello y la dinamización de espacios que apuestan por la actividad física hacen que los habitantes de la Boa Vila tengan una lista de 20 circuitos combinados y con diferente kilometraje donde pueden escoger el grado de esfuerzo, duración, terreno y paisaje al que recurrir. Sin embargo, ¿cuáles son las rutas favoritas de los pontevedreses?

Luz Lavía Buceta, Juan Romero, Javier Domínguez, Manuel González y Luis Calvo son cinco personas habituales en la práctica de algún deporte en Pontevedra. En su opinión, el top de las rutas son: el paseo que une las orillas del Lérez con la Illa de las Esculturas o "hasta la cascada de Bora en el caso de querer sumar más kilometraje en el entrenamiento", expone Manuel González.

También entran en el top el entorno de las Marismas de Alba y el paseo que discurre paralelo a la carretera en dirección de Marín. La ruta de Os Gafos, el monte A Fracha o Campañó como otras opciones a tener en cuenta por quienes practican running, jogging o simplemente salen a caminar. "Son lugares idílicos polas vistas que hai", relata el presidente de la asociación de senderismo de Naturgal, Juan Romero.

"Todo depende de lo que quieras entrenar", indica Javier Domínguez. Para este funcionario y deportista diario, entrenar en suelo blando y recto –como el que de las orillas del Lérez– es crucial para mantener una buena salud muscular. "Está genial el paseo que va a Marín, pero es mucho más duro para los pies a la larga", señala. Sin embargo, Jorge y Yaiza, otros dos senderistas eligen la ruta hacia Marín, por que aunque también valoran la cercanía prefieren no llenarse de barro, relatan.

El número de kilómetros que se quiere recorrer, la intensidad o el tipo de deporte que se realice también condiciona que se elija una u otra ruta, cuentan Luz Lavía y Juan Romero. "A xente que non é profesional prefire facer sendeirismo en zonas seguras e que saiba que vai ser satisfactorio", subraya el presidente de la asociación de senderismo. Lo importante, coinciden los runners entrevistados, y lo que busca la gente es la accesibilidad y cercanía de los lugares donde se puede practicar deporte.

"Puedo llegar a correr desde las marismas de Alba hasta Bora, pero cerca del Lérez siempre. Me gusta la proximidad ya que puedo dejar el coche y luego cambiarme directamente tras entrenar y no pasar frío", cuenta Manolo González. Por su parte, Luis Calvo, que corre diariamente entre entre 10 y 12 kilómetros diarios, nunca falta a la senda por el Lérez ya que la encuentra segura, con buen ambiente y además "el terreno es bueno y hasta a veces nos juntamos para correr", comenta.

En grupo o no

Javier Domínguez apuesta por el deporte en solitario. Este runner recurre al deporte durante la semana ya que "hay menos gente", pero prefiere las rutas próximas a la ciudad ya que "siente la seguridad de la gente cerca".

Para todos ellos, el estado en que se encuentran las infraestructuras por las que discurren las rutas deportivas también es crucial. "Hay mucho espacio para correr, pero echo en falta papeleras u otros bancos", relata el entrenador Juan Pardo. "La arena y el terreno blando no es para todos", añade.

El tiempo también condiciona la afluencia a estas rutas al aire libre, que en función de la estación del año o la meteorología estarán más o menos concurrida. Así, durante las épocas de temperaturas más suaves, es habitual que la gente se anime a hacer actividades al aire libre y que recorra las rutas hasta lugares más lejanos. En el invierno y, sobre todo, cuando las lluvias y viento son recurrentes, los habitantes de la Boa Vila optan por lugares más cercanos. "Ir a Bora o al Gafos está genial, pero a veces cuando llueve se inunda", expresa Manuel González.

El presidente de Naturgal recuerda que siempre hay que tener siempre cuidado y contar con el equipo adecuado para caminar o para correr también, así como escoger la ruta más apropiada en función de las características del terreno, la accesibilidad o el tiempo.

En cuanto a las horas, a primera hora de la mañana y después de las ocho de la tarde "al salir de trabajar", son, durante la semana, a las que más se apuntan los runners locales. Eso sí, durante el fin de semana y sobre todo en días soleados o en con tiempo suave, estas rutas apodadas "del colesterol" se llenan tanto por la mañana como por la tarde. Y es que cada vez son más los que se animan a adoptar hábitos saludables en su día a día.

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