Sábado de resurrección. Solo eso le vale al Pontevedra si no quiere amanecer con un Domingo de Ramos, marcado por un incremento de las críticas del entorno al entrenador y una comitiva de urgencias para tomar decisiones. Porque una derrota este sábado en Barreiro (16.00 horas, TVG2), dejaría al PCF tocado en la clasificación, pero sobre todo con la moral por los suelos de cara a reactivarse en el último tercio de liga. Por ello, el conjunto granate pretende revertir su mala dinámica de cinco encuentros consecutivos sin ganar y recuperar la normalidad en forma de tres puntos.
La situación recuerda mucho a la de finales de octubre del 2019, cuando el Pontevedra llegaba a Barreiro con Jesús Ramos como entrenador interino tras el cese de Luismi ante el mal inicio liguero. En aquel encuentro, el bloque granate fue capaz de remontar el tanto inicial del Celta B con dos goles de canteranos y llevarse un triunfo que fue la primera piedra para una remontada que posteriormente prosiguió Carlos Pouso.
Este sábado, los granates buscan un estímulo parecido. Para ello, el bloque de la capital es consciente de que deberá ser un equipo mucho más agresivo y concentrado que ante el Coruxo y el Racing. Pero además, tendrá que demostrar que tiene ideas y aptitudes para hacer daño a su rival con el balón. Y es que el PCF acumula algo más de tres partidos sin ver puerta y tan solo durante la segunda mitad en el Reina Sofía, ante Unionistas, estuvo realmente cerca de romper esa racha.
Casualmente -más bien no-, la escasa capacidad ofensiva del equipo de Ramos ha coincidido con la disolución de la doble punta. Y es que una sanción apartó a Charles de las jornadas ligueras dos partidos. Y cuando regresó, quien no estaba era Rufo, por lesión. La buena noticia es que de cara al duelo ante el filial céltico, Jesús Ramos podrá contar de nuevo con el madrileño. El delantero centro se ha recuperado en tiempo récord de su esguince en la intersección entre clavícula y hombro y aunque no está al cien por cien, sí estará disponible para ayudar al equipo a salir adelante de este mal momento.
Quien no estará en el césped será Xisco Campos, que tendrá que ver el partido desde la grada al confirmarse durante la semana el partido de sanción por la expulsión que sufrió en el duelo ante Unionistas. Todo hace indicar que Pol Bueso será su sustituto en el eje de la zaga.
COVID. Por su parte, el Celta B llega al duelo después de haber sufrido un brote por coronavirus que le ha impedido entrenar con normalidad hasta hace escasos días. El conjunto celeste tiene un punto más que los granates en la clasificación, pese a haber disputado un encuentro menos (el PCF jugará ante el aplazado ante el Guijuelo el miércoles 10 de febrero). Por lo tanto, el equipo de la Boa Vila se mide a un rival directísimo. Sobre el Celta B, que no cuenta con Solís, Ramos destacó su "calidad para iniciar combinando". Pero también su capacidad para jugar "a los espacios" por su "velocidad en la última línea". Pese a ello, quiso poner el foco en que si el PCF recupera su identidad, tendrá mucho ganado.
Ramos explicó que la plantilla está "haciendo lo mismo que antes" a la hora de trabajar, pero simplemente los resultados no han acompañado y hay que "revertir la situación". "Tenemos que ganar, no hay otra solución. Estamos haciendo lo mismo que antes. Estamos compitiendo y entrenando igual de bien. Pero hemos entrado en una mala dinámica y hay que salir de ella con más trabajo", expresó.
El preparador granate puso el foco en que su equipo debe "seguir creyendo en las mismas cosas" que hacía bien. "Creo que en la segunda parte en Salamanca se volvió a ser un equipo más agresivo, más vertical y con capacidad de jugar en campo contrario. Se recuperaron esas buenas sensaciones de la primera parte del campeonato - salvo el día de Coruxo- y de la Copa del Rey", explicó Jesús Ramos.
