Esta asociación de carácter social y cultural es la más antigua de la ciudad y el gremio de mar con más años de todo el país. Ha sido muy importante en la historia de Pontevedra hasta tal punto de ser el responsable de financiar y construir la Basílica de Santa María la Mayor, en la cual se hacían las reuniones de la institución. Además, el Gremio de Mareantes llevó a cabo la financiación y construcción del primer puente de A Barca, la recuperación de la Cofradía do Corpo Santo y las procesiones del Viático y del Corpus.
En el siglo XVI en Pontevedra, este gremio alcanzó gran notoriedad. Juan Juega Puig, entre otros, ha estudiado este asunto e ilustra bien la jurisdicción que logró para sí dicho gremio, en una época de privilegios y exclusiones para la actividad económica. "El deslinde de la ría de Aldán con los mareantes de Cangas data de 1501", señala el autor citado. Dicha jurisdicción abarcaba, en la costa, "desde los Tranqueiros de Aguiño hasta las Estelas de Baiona", en la que el gremio de mareantes de Pontevedra ejercía su autoridad. Hay dos razones por las que tienen este poder: la primera porque el arzobispo de Santiago se lo da, y la segunda porque el gremio constituye una fuente de ingresos extraordinaria para Pontevedra, entonces la villa más poblada de Galicia.
