"Venían dificultades y hemos intentado operar al máximo número de pacientes"

Con todo, la actividad quirúrgica se ha reducido entre un 30% y un 70%

Alberto Parajó Calvo, en el Hospital Montecelo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Alberto Parajó Calvo, en el Hospital Montecelo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El jefe del servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo, Alberto Parajó, comparte el comunicado enviado esta semana por la Asociación Española de Cirujanos, que emplaza a las administraciones a "hacer un esfuerzo por buscar alternativas para tener camas disponibles para seguir operando y evitar posibles segundas víctimas de esta pandemia". 

El especialista asegura que en el caso de Pontevedra se ha mantenido hasta el último momento "una actividad bastante coherente", que ha incluido cirugías oncológicas no urgentes hasta el pasado jueves. Afirma que las operaciones de cáncer se han resuelto dentro de los márgenes recomendables, "en un plazo inferior a los 15 días", y que desde hace meses se ha intentado pisar el máximo el acelerador para afrontar episodios como este con la menor lista de espera posible. "Ha sido fruto de una decisión de la dirección que hemos apoyado. Sabiendo que venían estas dificultades hemos intentado operar al máximo número posible de pacientes prioritarios para impedir demoras elevadas", señala a este periódico.

El servicio ha estado "reprogramando constantemente" la actividad para "priorizar lo urgente" y evitar que los pacientes llegaran a una "situación de pérdida de oportunidad de tratarse". Ahora se ve abocado a limitar la actividad a lo estrictamente urgente, si bien Parajó insiste en que el cuerpo de cirujanos está a disposición de la dirección del Área Sanitaria "para las medidas que estime oportunas". 

El especialista cree que "no sería descabellado" recurrir a las vías de escape de la primera ola, cuando se derivaron cirugías oncológicas al Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez, las cuales fueron realizadas y posteriormente controladas por "el propio servicio" del CHUP.

ELECCIÓN. La selección de qué intervenciones son las prioritarias es fruto de la decisión de comités multidisciplinares que evalúan la urgencia de cada caso, en función de "las características del tumor" (o la patología diana), "la progresión esperable o la posibilidad de realizar tratamientos complementarios, como por ejemplo quimioterapia o radioterapia".

En las últimas semanas el servicio ha realizado entre un 60% y un 70% de la actividad normal. Y en palabras de Parajó lo que se ha  priorizado son las intervenciones oncológicas y las operaciones de pacientes con otras patologías que "naturalmente tenían prioridad por otros motivos, sobre todo por el riesgo de sufrir complicaciones de otro tipo".

Parajó también respalda el mensaje de la Asociación Española de Cirujanos de que, en caso de ser citados para una intervención urgente, los pacientes deben saber que "los quirófanos son espacios totalmente seguros". "Se ha hecho un esfuerzo muy grande para generar circuitos seguros. Se han establecido pruebas PCR para los que ingresan, se han limitado las visitas, se hacen cribados a los acompañantes (...). Si alguien deja de someterse a una operación oncológica por miedo quizás tenga más riesgo de sufrir más complicaciones por la demora que por la intervención. Y de igual modo, si un paciente enfermo deja de acudir a Urgencias, este retraso puede generar un problema. En la primera ola vimos que algunos pacientes se quedaban en casa y sus patologías se convirtieron en graves", advierte el cirujano.

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