Salvando vidas con el ritmo de la Macarena

Profesionales médicos del CHOP imparten un taller de reanimación cardiopulmonar dirigido a la población general ►Insisten en que la técnica es sencilla y que basta con hacer entre 100 y 120 compresiones torácicas por minuto para reducir la posibilidad de sufrir lesiones cerebrales
Una monitora durante la explicación de la técnica a una participante, este lunes, en Montecelo
photo_camera Una monitora durante la explicación de la técnica a una participante, este lunes, en Montecelo

Varios pacientes del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP) asistieron este lunes a una lección exprés de reanimación cardiopulmonar que puede haberles dejado en sus manos la posibilidad de salvar vidas. Un equipo médico organizado por la doctora de Medicina Intensiva Ana Ortega fue el encargado de explicar la técnica en dos talleres celebrados en los hospitales Montecelo y Provincial y dirigidos a la población general.

El motor de la iniciativa fue la conmemoración del Día Europeo de la Reanimación Cardiopulmonar, que se celebra el próximo domingo. El objetivo: extender el conocimiento de una sencilla técnica de alto valor vital. "Hemos decidido unirnos varios médicos para conmemorar ese día y concienciar a la población general de que todos podemos hacer algo", explicó la doctora al pie de los talleres.

Los participantes comprobaron que basta con utilizar las manos y que "no hay que tener ningún conocimiento ni disponer de ningún material externo". De hecho, la campaña de este año hace hincapié en que "los niños también pueden hacer resucitación a los adultos. Las manos de cualquiera pueden salvar vidas".

Lo primero que uno debe hacer es cerciorarse de que se trata de una emergencia . "No hay que comprobar si hay pulso. Solo hay que ver si la persona respira y, si parece que no lo hace bien o no lo tenemos claro, nos ponemos en la peor situación, es decir, en que esa persona ha sufrido una parada".

El primer paso es pedir ayuda a los servicios de emergencia, ya sea el 112 o el 061. Acto seguido, se debe estirar la cabeza de la persona convaleciente en el caso de que esté tumbada y empezar a dar el masaje de reanimación. Ortega asegura que la técnica es muy sencilla. Hay que levantar la ropa para poder dar el masaje en el centro del esternón. Con el talón de una palma de la mano y con la otra palma enganchada sobre esta, hay que poner los brazos extendidos y presionar a un ritmo de entre 100 o 120 pulsaciones por minuto, sin miedo de hacerlo fuerte para poder bombear el corazón". Para ello, los monitores expertos en esta técnica recomiendan seguir el ritmo de canciones movidas, "como la Macarena o cualquier otra movida que nos ayude a mantener el ritmo".

Los impulsos deben continuar "hasta que venga la ayuda o hasta que nos agotemos".

VENTILACIONES. En el supuesto de que la persona que ha sufrido la parada es "un niño o alguien cercano", la doctora Ortega recomienda complementar la técnica con ventilaciones. "Está comprobado que mucha gente no hace nada por la aversión que le produce hacer el boca a boca a un desconocido. Pero, si no es el caso, se pueden dar dos ventilaciones cada treinta compresiones torácicas, sobre todo si se trata de un menor, pues está comprobado que los niños reaccionan mejor con las ventilaciones".

En cualquier caso, los últimos estudios revelan que si las compresiones torácicas se hacen de modo efectivo, se consigue que entre suficiente oxígeno como para bombear. Además, cabe recordar el apoyo que ofrecen los servicios de emergencias, tanto presencialmente como a través del teléfono. De hecho, Ortega insiste en la necesidad de contactar con este tipo de profesionales, "aunque haga falta llamar dos veces si vemos que no aparecen o dejar sola a la víctima".

MENOS LESIONES. El equipo médico del CHOP ha visto en multitud de ocasiones los beneficios de practicar este sencillo ejercicio en las personas que han sufrido una parada cardiorespiratoria. "A veces el primer auxiliador es una enfermera, otras veces una persona que hizo un curso o a la que le suena que hay que hacer presiones en el pecho. Lo importante es que en todos estos casos se minimiza el tiempo de agnosia (lesión) cerebral, por lo que la recuperación es más viable y sin secuelas".

El taller, que tendrá futuras ediciones, tuvo una segunda parte por la tarde en A Ferrería, donde profesionales de la Sociedad Gallega de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias ofrecieron otro obradoiro de reanimación cardiopulmonar (RCP) abierto al público.

La actividad divulgativa contó con la colaboración de profesionales de Cruz Roja Pontevedra, del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra y del Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez. Los profesionales sanitarios destacaron la importancia de la reanimación de la parada cardíaca que, si es realizada en los primeros cuatro minutos, incrementa las posibilidades de supervivencia en un 50%. Estos mismos profesionales incidieron en que la muerte súbita es la tercera causa de muerte en los países industrializados. En Galicia se registran cerca de 800 muertes súbitas al año, el 5,3% de los 15.000 casos que se dan en España.

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