Ninguno de los viandantes que desde el pasado viernes pasan por delante del escaparate de Nahuatl puede evitar su magnetismo. La mayoría se conforma con deleitarse con las decenas de figuras mexicanas que componen la ofrenda de Día de Muertos. Otros deciden entrar en la tienda de ropa, situada en la calle San Román, y preguntarle a su propietaria por el origen de tan singular decoración.
Y ahí es donde Marly Carballal Vázquez desborda su pasión por sus orígenes aztecas, pese a llevar ya 37 años afincada en Pontevedra. "Me vine con nueve años pero recuerdo a mi abuela realizando una recreación en estas fechas. Algo más modesta que la mía, pero lo importante no es el despliegue sino la intención".
La empresaria explica que para los mexicanos es tiempo de honrar a los que ya no están entre nosotros, "pero en vez de llorar su muerte, recordamos los momentos alegres compartidos en vida". De ahí su carácter festivo.
La tradición establece que el Día de Muertos arranque el día 27 y termine el 2 de noviembre. Ese es, precisamente, el tiempo que Marly Carballal mantendrá su colorido escaparate, en el que no faltan katrinas, calaveras, árboles de vida, de muerte, figuras de perritos (son los guían los espíritus hasta su destino definitivo), velas, comida, bebida, papel picado, flores... El despliegue es tan antiguo como la propia tienda: seis años. Pero crece año tras año, gracias a las aportaciones que sus familiares le traen desde México.

"No solo se honra a las personas. También a las mascotas. Y nosotros creemos que en estos días vienen sus almas para acompañarnos", explica.
El Samaín más latino de Pontevedra no solo fascina a los adultos. "Recibo muchas visitas de escolares y es muy divertido explicarles esta tradición", apunta Marly.