El entorno de la playa fluvial, abarrotado

San Benitiño se hace fuerte al compás de sus milagros y atrae a miles de devotos

La romería que marca el inicio de las Festas de Verán en Pontevedra congregó a personas de distintos puntos del país. Los actos litúrgicos volvieron a conjugarse a la perfección con la exaltación gastronómica a ambas orillas del Lérez
Cientos de fieles acompañaron al santo más ‘milagreiro’ en la procesión
photo_camera Cientos de fieles acompañaron al santo más ‘milagreiro’ en la procesión

Los fuegos de artificio que se escucharon este lunes en la parroquia de Lérez sirvieron de punto de inicio de las Festas de Verán de Pontevedra. La tradicional romería en la que se venera a San Benitiño, el santo más ‘milagreiro’, volvió a atraer a miles de devotos, ya no solo por su fe (se dice que tiene el poder de curar los males relacionados con la piel), sino también en busca del disfrute de los paladares, a través de la degustación organizada por el Concello o del xantar popular, en el que no faltaron los manjares estrella en este tipo de eventos: pulpo, churasco y vino del país.

Los romeros que se desplazaron al monasterio de Lérez lo hicieron en busca del favor del santo. Muchos pasaron por debajo del altar en el que se halla su imagen, siguiendo la tradición, mientras que otros llegaron con sus exvotos (figuras de cera) pidiendo salud para sí mismos o para sus allegados. "Tengo malos a los nietos y vengo a pedir por ellos", señaló una mujer. "Hace seis años vine a pedirle que me curase un bulto que tenía en la cabeza y me funcionó. Desde entonces no falto a la cita", relató otra romera.

Los más fieles a la fiesta de San Benitiño hicieron la doble peregrinación, consistente en realizar a bordo de una embarcación el trayecto que separa ambas orillas del río (desde Monte Porreiro hasta Lérez), para completar el recorrido con una caminata monte arriba hasta el monasterio del Divino Salvador. Esta tradición ha ido a menos, sin embargo, tras la construcción del puente que une ambas parroquias y que permite el tránsito a pie, en bicicleta o en coche en cuestión de minutos.

HISTORIA. El monasterio de Lérez, construido en el siglo X por los monjes benedictinos, tuvo múltiples usos a lo largo de sus más de mil años de historia. En el siglo XVI, por ejemplo, acogió un centro de enseñanza de Humanidades y Filosofía del que formó parte el Padre Feijoo. La fachada barroca que luce en la actualidad está datada en 1749.

En cuanto a la probada fama de ‘milagreiro’ que precede a San Benitiño de Lérez, este lunes volvió a reafirmarse. Los fieles que acudieron a su presencia hicieron toda clase de plegarias para acabar con sus verrugas o sus eccemas. No faltaron ofrendas como botellas de aceite, huevos o gallinas.

Las oraciones en el templo benedictino comenzaron sobre las siete de la mañana y los oficios litúrgicos se repitieron hasta las 13.00 horas, cuando se celebró la misa principal, que precedió a la procesión.

Muchos pasaron bajo el altar, otros añadieron el contacto, a través de un pañuelo, con la imagen del santo (para después frotarse la parte de la piel que pretendían curar), y la fe y la gastronomía fueron de la mano una vez más.

Comentarios