Tomeza se convierte en capital contra el mal de ojo

Un año más, los devotos y visitantes mantuvieron viva la tradición de tirar piedras sobre la ermita para curar el mal de ojo y espantar el ‘meigallo’ ► La organización, satisfecha con la afluencia de público, fue la primera vez que realizó 500 ramos tradicionales del santo
Visitantes tiran piedras sobre la capilla
photo_camera Visitantes tiran piedras sobre la capilla

Los poderes divinos de San Cibrán para curar el mal de ojo volvieron a ejercer su atracción sobre los devotos y numerosos fieles a la romería que se celebra a estas alturas del año en la parroquia del mismo nombre. El buen tiempo acompañó y, sin duda, favoreció que cientos de personas se acercaran durante toda la jornada al templo parroquial.

Un año más, la tradición ganó el pulso al paso del tiempo. Veteranos y visitantes noveles cumplieron con el ritual que, según dice la leyenda, espanta el ‘meigallo’. ¿En qué consiste? La técnica es fácil y accesible para la mayoría: dar nueve vueltas a la capilla (en sentido contrario al de las agujas del reloj) y, en cada giro, arrojar de espaldas al pequeño templo una piedra sobre el tejado del mismo.

La organización quedó muy "satisfecha y contenta" con la respuesta del público. Basta examinar un dato. Fue la primera vez que se confeccionaron 500 ramos y a las seis de la tarde solo quedaban 50 por vender. Los conjuntos florales fueron bendecidos y estuvieron formados por cinco hierbas o plantas: loureiro, olivo, romero, malvarrosa y ruda. Su precio de venta: un euro. "Dan mucho más trabajo de lo que valen, pero es tradición y hay que cumplirla", señaló el presidente de la comisión de fiestas de Tomeza, Alberto Gómez.


La programación de la romería incluyó como novedades la celebración de una ruta desde Pontevedra y un recorrido con el santo


Los actos litúrgicos que se celebraron a lo largo de la jornada congregaron en la ermita a multitud de visitantes con mayor o menor dosis de fe. Y no solo de la parroquia, sino de otros lugares de la comarca. El santo milagreiro tiene la fama de curar el mal de ojo y, por este motivo, es visitado por "mucha gente que viene agradecida".

Margarita Torres, propietaria del bar ambulante Marga, es conocedora de una de las muchas historias que rodean a San Cibrán. El testimonio se lo contó su suegro, quien le habló de una tía suya "que al parecer hacía daño con la vista". Una mujer pasó delante de ella con una vaca y esa noche el animal "dio sangre en vez de leche". La propietaria sanó el asunto dando vueltas al templo de San Cibrán, donde terminó acudiendo la supuesta autora del hechizo. "Le dijo: ‘Muller porqué me fas vir aquí arriba’".

Margarita es testigo de muchos otros relatos. Siempre que puede, acude a la romería con su bar ambulante para servir pulpo, churrasco y refrigerios.

La programación de este año fue mucho más completa que la de otras ediciones. Entre las novedades, destacaron una ‘andaina’ celebrada el pasado domingo desde la Estación de Autobuses, con el ánimo de recuperar el camino de San Cibrán, y una ruta celebrada ayer con el santo por la Fonte da Fraina y otros lugares de la parroquia. Les acompañó el grupo folclórico Os Chaneiros de Marín. La jornada empezó con una tirada de fuegos e incluyó varias misas solemnes, así como la degustación de rosca. La guinda fue una sesión de verbena y el sorteo de un cheque por valor de 500 euros entre los asistentes.