San Cibrán vuelve a quitar el 'meigallo'

Decenas de personas acudieron a la romería de Tomeza para cumplir con el ritual de limpieza de malos espíritus ▶ La parroquia pontevedresa recuperó tres días de celebraciones de una de las tradiciones más antiguas de la comarca
Procesión da Romería de San Cibrán en Tomeza. GONZALO GARCÍA
photo_camera Procesión da Romería de San Cibrán en Tomeza. GONZALO GARCÍA

"Hai que quitar o meigallo, inda que sexa unha vez ao ano", así lo dijo una de las feligresas que se acercó el domingo al templo de San Cibrán, en Tomeza, el santo al que todos los Lunes de Pascua se le venera en la parroquia pontevedresa para quitar el meigallo. Y este año el buen tiempo animó a muchos pontevedreses a acercarse hasta Tomeza para cumplir con la tradición. El ritual para garantizar la limpieza de los malos espíritus es dar nueve vueltas a la iglesia en sentido contrario a las agujas del reloj y arrojar nueve piedras de espaldas al tejado al final de cada recorrido. Para evitar posibles daños colaterales, la comisión de fiestas coloca un cubo con piedras de pequeño tamaño en el lateral de la iglesia. Otro rito equivalente consiste en pasar tres veces por debajo del santo y bendecir los ramos (en la misa o en el propio altar) para posteriormente limpiar el hogar con ellos. 

Muchos de los romeros vinieron caminando desde la capital del Lérez para cumplir con el ritual o asistir a alguna de las misas. El sacerdote Alberto Domínguez Munáiz fue el encargado de oficiar la eucaristía solemne, seguida de la procesión de San Cibrán alrededor de la iglesia acompañado por el grupo de gaitas Os de Algures. El regidor de la ciudad, Miguel Anxo Fernández Lores, acudió al acto, que contó con la presencia de decenas de personas. 

Por la tarde, la comisión de fiestas de San Cibrán y San Pedro de Tomeza repartió roscón de Pascua entre los asistentes y por la noche la orquesta Saudade y el grupo Master ponen el broche final a una fiesta que este año tuvo tres días de celebración al incorporar el sábado la Festa da Xuventude. La romería de San Cibrán sigue vive después de siglos.