Los vecinos del barrio de San Mauro han reforzado sus quejas por la humareda negra procedente del horno incinerador del cementerio municipal con la presentación de una denuncia en la Comisaría de Policía.
José Antonio Ramírez, uno de los portavoces de los residentes que ya habían alertado a la Policía Local y a la Nacional sobre la columna de humo negro que salía del camposanto el pasado 28 de agosto, acudió a las dependencias policiales de Joaquín Costa el pasado día 13 con la intención de que la autoridad competente obligue al Concello a adoptar las medidas correctoras necesarias para el funcionamiento óptimo de la incineradora.
El representante vecinal consideraba que la gran densidad de humo podría deberse a la utilización de acelerantes en la quema. Además, advirtió de que la humareda creó "una gran alarma" entre las personas que se encontraban en el tanatorio porque "parecía un incendio" y que el olor en la zona resultaba "bastante desagradable".
José Antonio Ramírez está convencido de que si esta situación que se registró en San Mauro se hubiera producido en el centro de la ciudad "saltarían todas las alarmas y lloverían las críticas" por el uso de un horno incinerador que carece de filtros y de los sistemas de control de emisión de sustancias a la atmósfera. "Tenemos derecho a saber qué tipo de elementos salen a escape libre por la chimenea del cementerio", subraya el denunciante. Confía en que el Concello ponga al día el sistema de incineración y que la Xunta adopte las medidas oportunas para el control de este tipo de actividad que "puede resultar peligrosa para la salud de las personas que vivimos a escasos metros del camposanto, ya que son emisiones que se vienen repitiendo de forma reiterada".
"No estamos en contra de la utilización de la incineradora, que sabemos que resulta necesaria, pero lo único que pedimos es que cuente con los filtros adecuados y que se sepa lo que se quema porque, de lo contrario, entenderíamos que el Concello le está perdiendo el respeto a los vecinos de San Mauro", subraya Ramírez.
Ante esta situación, la Administración municipal asegura que no volverá a repetirse el problema, que fue ocasionado por la quema de esponjas de plástico utilizadas en la elaboración de centros florales.
