San Mauro y Santa Margarita se movilizan contra el cierre de sus capillas

Una comisión de feligreses hablará con el al arzobispo de Santiago para pedirle que mantenga las misas de los domingos y festivos que se ofician desde hace más de 50 años

Los devotos sacando en procesión la imagen de San Mauro, patrón del barrio. OLGA FERNÁNDEZ (EFE)
photo_camera Los devotos sacando en procesión la imagen de San Mauro, patrón del barrio. OLGA FERNÁNDEZ (EFE)

No se quedarán de brazos cruzados. Los feligreses de San Mauro y Santa Margarita no están dispuestos a observar impasibles el cierre de sus capillas, la drástica medida que adoptó la Iglesia con el argumento de que no hay sacerdotes suficientes que permitan atender todos los templos parroquiales y, además, oficiar actos litúrgicos en estas ermitas. Los devotos han comenzado a movilizarse para transmitir a la administración eclesiástica su disconformidad con la decisión de suprimir los actos eucarísticos que venían celebrándose en estas emblemáticas ermitas desde hace más de cinco décadas.

En concreto, un grupo de creyentes de San Mauro tienen previsto aprovechar la visita pastoral que el arzobispo de Santiago, Julián Barrio Barrio, efectuará el próximo día 30 a la iglesia de Santa María de Mourente (a cuya parroquia corresponde la atención religiosa de las capillas en cuestión) para solicitarle que revoque la medida que les obligaría a tener que emigrar a otros templos.

Entre los argumentos que expondrán al prelado compostelano (aseguran que también lo harán en nombre de los devotos de Santa Margarita) está el de las dificultades con las que se encuentran muchos feligreses para desplazarse hasta otros templos situados fuera de los barrios en los que residen. Hacen especial hincapié en la gente de más edad que presenta problemas de movilidad y que para caminar tiene que ayudarse de un bastón.

Los devotos efectúan gestiones para encontrar un cura que esté dispuesto a oficiar misa en las ermitas los domingos y festivos

 

Para acudir a la cita con Julián Barrio la comisión vecinal se concentrará a las 11.30 horas en el atrio de San Mauro, desde donde saldrán en coches hasta la iglesia parroquial de Santa María de Mourente.

Representantes de los feligreses que promueven esta medida consideran que no están reivindicando "nada extraordinario", sino simplemente que se mantenga la única misa que se oficia los domingos y festivos en estas capillas (a las 9.45 horas en la de San Mauro y a las 10.30 en la de Santa Margarita). "Estamos hablando de una misa que apenas dura un cuarto de hora", apostillan.

ALTERNATIVA. Además, los devotos reconocen que la reorganización de sacerdotes que dirigen las parroquias del Arciprestazgo de O Lérez (acordada por la Vicaría Episcopal Territorial tras el fallecimiento, el pasado 13 de abril, de Luis Alcántara Pedreira, sacerdote de Santiago Peregrino de O Burgo), y que sitúa al cura de Mourente, Severino Ramón Rey Lapido, también al frente de la feligresía de Santa Mariña de Bora, obliga a este religioso a tener que centrarse en la atención pastoral de las iglesias parroquiales. De hecho, están efectuando gestiones para tratar de buscar un cura que esté dispuesto a oficiar misa en las capillas los domingos y festivos.

Así, en principio han conseguido que el próximo domingo haya misa en San Mauro y Santa Margarita, cuando la Vicaría Episcopal Territorial había anunciado que Severino Ramón Rey Lapido ya no se ocuparía de esta atención religiosa. Los feligreses han hablado con un sacerdote argentino que se ocupará de oficiar ese acto litúrgico y los correspondientes a los días 24 de junio y 1 de julio.

Actividad. "La lectura de la Biblia o el rezo del rosario no es suficiente; tiene que haber misa"
Los feligreses de San Mauro acogen con escepticismo la oferta que les ha transmitido el vicario episcopal territorial, Calixto Cobo Franco, para que puedan abrir la capilla los domingos y rezar el rosario, conversar y leer las Sagradas Escrituras, pero sin cura. "Los devotos queremos que haya misa porque con la lectura de la Biblia o unas oraciones no es suficiente", subrayan representantes de esta feligresía.

"Hemos hablado con algún sacerdote que en principio parecía estar dispuesto a oficiar misa, pero luego no le hemos visto muy convencido. De todos modos –apostillan–, intentaremos que acepte dar misa los cuatro o cinco domingos de cada mes y el festivo que pueda haber por medio".

Los devotos que están efectuando estas gestiones aseguran que no les importaría que los actos eucarísticos cambiasen su horario habitual (9.45 en la ermita de San Mauro y 10.30 en Santa Margarita) si con ello se mantiene el culto en estos pequeños templos.

Los vecinos sufragaron la restauración de las ermitas

Capilla de Santa Margarita. DP
Capilla de Santa Margarita
 

La Iglesia siempre ha tenido en los feligreses de San Mauro y Santa Margarita a sus fieles aliados a la hora de acometer las obras de restauración y conservación de las capillas. Nunca lo dudaron a la hora de sufragar los trabajos necesarios, algunos de ellos para hacer frente a situaciones de emergencia.

"Invertimos mucho dinero para arreglar los desperfectos causados por un fuerte temporal. Es injusto que ahora la Iglesia nos quiera dejar sin la misa de los domingos y festivos", señala con indignación Elisa Otero, que vive frente a la ermita de Santa Margarita.

Además, lamenta que el arzobispo de Santiago de Compostela (con quien conversaron durante una reciente visita pastoral del mitrado a la parroquia del Buen Pastor de Monte Porreiro) no les hubiera dado una solución alternativa a la de suprimir los oficios.

OBRAS. También los vecinos del barrio de San Mauro se han mostrado siempre dispuestos a colaborar con el párroco para mantener la capilla en el mejor estado de conservación posible, haciéndose cargo de las reparaciones que han sido necesarias como, por ejemplo, las efectuadas en el tejado para eliminar las filtraciones de agua que amenazaban el interior del pequeño templo.

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