El santo 'máis milagreiro' reúne a cientos de fieles en el inicio de las Festas de Verán

Los actos litúrgicos volvieron a conjugarse a la perfección con la exaltación gastronómica a ambas orillas del Lérez ►Numerosas personas realizaron el ritual de pasar por debajo de la figura de San Benitiño para curar males

Devoción en la romería de San Benitiño. DAVID FREIRE
photo_camera Devoción en la romería de San Benitiño. DAVID FREIRE

La romería de San Benitiño de Lérez fue, un año más, el multitudinario pistoletazo de salida de las Festas de Verán de Pontevedra. Las nubes que amenazaban con una posible tormenta a primera hora de la mañana no disuadieron a los cientos de fieles que este miércoles se dieron cita en las inmediaciones del monasterio del Divino Salvador de Lérez. La cita atrajo a miles de devotos de diferentes lugares, no solo de la provincia y de la comunidad autónoma, sino del resto de España e incluso de algunos puntos de Portugal.

La cita demostró por qué es necesaria una misa cada media hora, ya que todas las liturgias registraron un lleno total. Sin embargo, la más multitudinaria fue la cantada de las 13.00 horas, que dio paso después a la tradicional procesión. Los romeros fueron llegando para rendir culto al santo "máis milagreiro" que, según cuentan, tiene la capacidad de curar todos los males dermatológicos, no solo los propios sino también los de las personas allegadas.

El altar con la imagen de San Benito se convirtió en el lugar más concurrido durante toda la jornada. Quienes acudieron a él pasaron por debajo de su figura tantas veces como quisieron (siempre múltiplos de tres) y, provistos de pañuelos, establecieron contacto con la imagen del santo para frotarse la parte de la piel que pretendían curar. Y es que, según la tradición, estos ritos sirven para sanar enfermedades cutáneas como verrugas y eccemas. Tras el paso bajo el altar, los peregrinos recogieron el aceite una vez quemado y bendecido, que será la medicina para terminar con los citados males.

En el perímetro del edificio religioso se sucedían los puestos de comida y las atracciones dedicadas a los más pequeños. Aún así, los actos litúrgicos fueron los que causaron una mayor expectación entre los visitantes.

En el perímetro del templo religioso se sucedían los puestos de comida y las atracciones dedicadas a los más pequeños

A las 13.00 horas, como estaba programado, se ofició la misa principal, en la que, debido a la gran afluencia de público, muchas personas tuvieron que quedarse fuera del recinto. Al finalizar, las campanas del monasterio benedictino comenzaron a sonar para recordar el inicio de la procesión del santo que, como cada año, tuvo una concurrencia multitudinaria. La imagen de San Benitiño salió, como de costumbre, adornada de billetes y fue seguida por sus fieles durante todo el recorrido.

GASTRONOMÍA. Como cada año, la fe y la gastronomía fueron de la mano en una fiesta que atrae a jóvenes y mayores, y en la jornada de este miércoles hubo doble peregrinación. Por un lado, al monasterio del Divino Salvador y, por otro, a la playa fluvial de Monte Porreiro, donde estuvo situado el epicentro gastronómico y donde, aprovechando los rayos de sol que asomaban entre las nubes de vez en cuando, más de uno no dudó en darse un buen chapuzón.

El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y la concelleira de Festas, Carme da Silva, también estuvieron presentes en la playa fluvial para degustar los mejillones y la empanada ofrecidos por el Concello a vecinos y visitantes. "Hai moitísima xente tanto aquí como na festa relixiosa e vexo moitísima gozando. É unha romaría urbana nun espazo absolutamente espectacular que cada día está máis coidado", aseguró Lores.

Además, recordó que las Festas de San Benitiño de Lérez dan el pistoletazo de salida oficial a las diferentes citas que hay a lo largo del verano en la ciudad de Pontevedra. "Este ano as Festas de Verán van durar máis ca nunca porque se van prolongar despois da Feira Franca co Festival do Leite na Illa da Xunqueira e estamos encantados pola afluencia e polo que está a gozar a xente", explicó.

El arenal del río Lérez continuó durante toda la jornada lleno de gente, que no dudó en aprovechar las momentos de sol que brindó el atípico 11 de julio y, ya por la tarde, de los grupos Pandereteiras de Verducido y Xoldra. Ya por la noche, para finalizar la jornada festiva, se pudo disfrutar de la verbena en el atrio el monasterio de San Benito de Lérez junto al Grupo Nievla.

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