El sector hotelero empieza a aplicar ERTEs ante la "cancelación masiva" de reservas

Los trabajadores tendrán que consumir días de paro. El Colegio de Graduados Sociales augura una crisis similar a la de 2008, cuando se alcanzaron 1.300 expedientes de regulación
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photo_camera Turistas, este jueves en Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El impacto del coronavirus en el mercado laboral ya no es un futurible, es un hecho. Empresas hoteleras de Pontevedra han iniciado la tramitación de Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) ante las "cancelaciones masivas" de las reservas previstas para las próximas semanas. Y es probable que firmas de otros sectores sigan sus pasos.

El presidente del Colegio de Graduados Sociales de Pontevedra, Raúl Eugenio Gómez Villaverde, asegura que en los últimos días le han llegado casos de hoteles de Pontevedra, Ourense y Asturias que cerrarán sus puertas e iniciarán la suspensión de empleos. En todos ellos "la causa del expediente no es el coronavirus, sino la productividad". "Deja de haber actividad como consecuencia de que no hay demanda y eso motiva una suspensión temporal de trabajo. Lo que dictaminó el Ministerio de Trabajo es que las empresas pueden empezar a aplicar expedientes de regulación de empleo por causa productivas, pero con la normativa en vigor».

PROCEDIMIENTO. La legislación en cuestión contempla que cuando se inicia un expediente de estas características la empresa debe iniciar un período de consultas y celebrar un mínimo de tres reuniones con los representantes de los trabajadores para adoptar una decisión final, "con o sin acuerdo".

Gómez entiende que, dadas las circunstancias, los delegados sindicales deberían respaldar este tipo de herramientas "y ser bastante condescendientes con esta situación". Legalmente la duración mínima de los ERTEs es de seis meses, pero no es un plazo obligatorio. Si las circunstancias cambian y se vuelve a retomar la actividad vuelven a propiciar , puede levantarse antes.

"Mientras el Gobierno no diga otra cosa", los trabajadores afectados estarán emplazados a consumir días de paro mientras esté en vigor el expediente, cobrando un 70% de la base de cotización. ¿Y qué ocurre con los que no tengan cotizado el mínimo para acceder al desempleo? Pues que, en principio, no tendrán derecho a retribución, pero es una cuestión que se debe resolver en la ronda de negociaciones. "En los acuerdos que se puedan alcanzar con los representantes de los trabajadores se pueden acordar distintas medidas, como cumplimentar el 30% que dista hasta llegar al 100% del salario o abonar el sueldo a los que no tengan derecho al desempleo".

BAJAS POR INCAPACIDAD. Caso distinto es el del trabajador que deba dejar de trabajar por estar infectado por el Covid-19 o por la obligación de guardar cuarentena al estar en contacto con un positivo. En estos casos el Gobierno central permite la concesión de bajas por incapacidad laboral que se aplicarán "como un accidente de trabajo". Y, según Gómez, esto implica "una ventaja para la empresa" porque "desde el minuto uno las mutuas cubren las prestaciones", no como ocurre con una enfermedad común, en las que la firma debe asumir los primeros 15 días de sueldo. "La empresa no tendrá que soportar el coste salarial de una baja por coronavirus, solo el correspondiente a las cuotas de la Seguridad Social".

En estos casos el trabajador afectado cobra por defecto el 75% de su base de cotización, aunque hay muchos convenios que contemplan una aportación extraordinaria hasta el 100% para que los empleados no pierdan poder adquisitivo.

IMPACTO. A falta de conocer el impacto del Covid-19 en la economía, Gómez considera que los efectos colaterales del coronavirus podrían dar lugar a "una crisis similar a la de 2008, cuando en la provincia de Pontevedra se alcanzaban los 1.300 expedientes de regulación de empleo", e incluso presagia que estos índices "se podrían superar". "La situación es complicada y se alejará de la del año pasado, cuando en toda la provincia pudo haber unos 20 expedientes".

El presidente del Colegio de Graduados considera que la primera etapa de los ERTEs afectarán al sector de la hostelería, debido a la caída en picado del turismo y la cancelación de los actos, ferias y fiestas programadas. Sin embargo, también está convencido de que la medida acabará afectando a "otros sectores" y a empresas de otro tipo. Sin ir más lejos, a "las que exportan al extranjero, porque se pueden topar con destinos que no quieren recibir productos de un país en nuestra situación. Es todo una cadena".