Así lo avanzó Xaquín Moreda, concejal de Urbanismo, tras repasar la larga lista de procesos burocráticos por los que ha pasado el proyecto de ampliación del polígono. El último revés fue un informe desfavorable de Augas de Galicia, que se oponía en abril de 2020 a que un regato que transita por las parcelas quedase cubierto. La postura de Augas de Galicia obligó a reformular el proyecto, que había sido presentado en 2018 tras superar otras trabas burocráticas.
La primera fase del polígono de O Vao empezó su tramitación en 1991 y está en marcha desde 1999. Allí operan empresas como Brico King. Sin embargo, la ampliación del mismo, prevista para las parcelas entre la PO-531 (carretera de Vilagarcía) y la AP-9 sufrió varios contratiempos. Así, con la ampliación de la primera de estas vías y la construcción de la autopista, la superficie inicial de 103.000 metros cuadrados se vio reducida hasta los 42.000 metros cuadrados actuales.
Tras el recorte de los metros que iba a ocupar el parque, la tramitación jurídica para la segunda fase comenzó en 2014, con la modificación puntual del PXOM para adaptarse a la nueva superficie y la solicitud de los correspondientes informes sectoriales para poder llevar adelante la obra. Así, fue necesario contar con el visto bueno de entidades como Costas, Carreteras, Medio Ambiente o Patrimonio, incluyendo el Ministerio de Fomento al estar los terrenos en una zona de servidumbre del aeropuerto de Vigo.
recurso judicial. Paralelamente, el Concello tuvo que enfrentarse a un recurso judicial de una de las empresas situada en la primera fase del polígono (Brico King), que se oponía a la modificación del plan urbanístico y a la ampliación del polígono. El TSXG rechazó el recurso en octubre de 2020. En ese momento, el proyecto de urbanización estaba ya presentado, pero todavía sería necesario sortear el ya mencionado informe desfavorable emitido por Augas de Galicia el año pasado.
Una vez superados los trámites y las trabas burocráticas, el polígono estará listo para su urbanización en un plazo de tiempo relativamente corto si se tienen en cuenta los 18 años de "papeleo". Así, Una vez se inscriba en el Registro de la Propiedad y se de el visto bueno en la próxima Xunta de Goberno, los promotores de la obra (la inmobiliaria Ponteno, que pertenece al Grupo Nogar) tendrán seis meses para comenzarla y otros 12 para ejecutarla. El edil de Urbanismo aclaró ayer que, los trabajos de urbanización podrán simultanearse con la construcción de las naves con una aportación del 10% del coste de la urbanización en concepto de fianza.
