Send2Me: Paquetes a distancia

Send2Me es una empresa de reciente creación fundada por tres amigos, que utilizaron la idea como proyecto de fin de máster. La cuestión es muy fácil de explicar. Una de esas ideas tan sencillas que cuando las escuchamos nos preguntamos por qué no se nos ocurrió a nosotros.

Se trata de un receptor de paquetería. Sin más. En mi opinión, un proceso similar al que siguió el inventor del abrelatas vio una lata y discurrió un método sencillo y cómodo para abrirla. Cada vez recibimos más paquetes en nuestros domicilios. Compras por Internet en supermercados o en tiendas como Amazon. La logística funciona perfectamente hasta que el paquete llega a casa y el receptor está trabajando o tomando un vino. Todo va bien hasta ese momento en que el mensajero llega al destino y en lugar de entregar un paquete, deja un papel diciendo que ya volverá.

El aparato de Send2Me es mucho más que una caja atornillada a una pared. Cuando el transportista llega a casa, recibe una clave para abrir la caja. Una vez recibido el paquete, emite una firma digital conforme todo está en orden. Para ello, Send2Me desarrolló una aplicación en la que el usuario puede seguir en tiempo real la entrega de su mercancía, sea una barra de pan, un libro, una prenda de ropa, la compra del supermercado o un drone que viene desde una fábrica de Madagascar.

La idea fue seleccionada entre más de 300 por la aceleradora de proyectos Vía Galicia y premiada por AJE Pontevedra como mejor empresa emprendedora. El primer prototipo lo hicieron los tres cofundadores en casa de uno de ellos, en plan Bill Gates, tanto el diseño de la caja como la aplicación informática y el circuito electrónico. Ahora mismo están poniendo en marcha un proyecto piloto para instalar su invento en zonas metropolitanas de Pontevedra, A Coruña y Vigo. En este momento, una empresa de Madrid estudia la compra de 14.000 unidades y varias empresas de paquetería están evaluando el proyecto.

Andrés García Bustelo, que vive a caballo entre Pontevedra y Padrón, cree que su producto "será en un futuro como un electrodoméstico más que tendremos en todos los hogares. Aunque también hace las funciones de un buzón, cada día recibimos menos cartas y más paquetes, y cada día estamos menos tiempo en casa. Con nuestro producto, cualquiera puede hacer su vida diaria sin estar pendiente de una entrega". En eso tiene razón. Todos sabemos lo que significa llegar a casa y comprobar que el repartidor ha pasado por ahí cinco minutos antes y ya no volverá hasta pasadas unas horas o hasta el día siguiente. Y todos sabemos lo que es organizarse para que haya alguien que tenga que planificar una mañana entera para quedarse en casa por si aparece el mensajero. Toda la agilidad y la comodidad que ganamos al hacer un pedido la perdemos al recibirlo. Pues es eso fue en lo que pensaron García Bustelo y sus socios cuando discurrieron su idea. De nada sirve hacer un pedido desde un smathphone si a la hora de recibirlo nos vemos abocados a hacerlo como hace siete siglos, esperando en la puerta de casa al repartidor.

De momento, están centrándose en viviendas unifamiliares y empresas, aunque ya trabajan en un modelo con códigos combinados para comunidades de vecinos. Desde el propio buzón y con la misma aplicación, el cliente puede gestionar también las devoluciones. Todo está pensado. La energía la proporcionan pilas recargables de seis meses de duración y tanto el repartidor como el cliente lo hacen todo desde sus móviles, con lo que uno no tendrá que acudir varias veces a realizar la entrega y el otro puede recibirla desde el otro lado del mundo, con lo que todo se resuelve siempre al primer intento sin complicaciones. Todo está perfectamente detallado en su web, www.send2me.es.

La tecnología, la fabricación y el desarrollo de la plataforma son 100% gallegos y el precio del buzón no es mucho más caro que un buzón normal: "No todo lo que tiene un precio asumible tiene que venir de China", puntualiza García Bustelo, que añade que desde el principio tuvieron claro que el suyo tenía que ser un producto asequible, a pesar de que no tienen competidores, pues ellos han inventado todo el sistema.

De momento, están en la fase de dar a conocer su producto entre empresas de paquetería y receptores. Las sensaciones son buenas: "Donde estamos testando el sistema está funcionando a la perfección. No hemos tenido ni un fallo porque no hay manera de que esto falle".

Por de pronto ya han demostrado que desde Galicia se puede desarrollar un producto nuevo, barato, útil y necesario. Lo lógico es que reuniendo estas cuatro premisas, en poco tiempo veamos el mundo inundado de sus buzones. No veo yo qué puede salir mal. Y está bien que hayan escogido Pontevedra como una de las tres ciudades donde su invento ya se está testando, concretamente en Marcón. Y hacen falta más empresas como ésta, capaces de desarrollar desde Galicia necesidades universales, y que lo hagan desde aquí, con tecnología nuestra y trabajadores gallegos. El futuro pasa por una combinación entre el comercio tradicional y de proximidad y empresas que se agarren al futuro y ofrezcan soluciones a las nuevas demandas.