La comitiva realizó un recorrido por el nuevo itinerario de la PO-225, que es el vial que une las carreteras de Vilagarcía (PO-531) y Santiago (N-550). La empresa Oresa fue la encargada de realizar los trabajos, que consistieron en la habilitación de un paso seguro de 710 metros de longitud para los viandantes. De ellos, cerca de 600 metros son continuos por su margen izquierdo y los restantes, los ubicados en la parte derecha, están divididos en dos tramos.
El proyecto adjudicado a la empresa viguesa por 478.385,29 euros incluyó también la construcción de una pasarela para salvar el río Rons; la rectificación de la curva que había en la PO-225 y la reordenación de varias intersecciones; el arreglo de la plaza colindante con la capilla; la creación de una franja ajardinada para separar la calzada de la senda peatonal; nueva iluminación; barandillas de protección y la canalización de los servicios de alumbrado y telecomunicaciones. El pavimento utilizado fue de hormigón en la zona más cercana a las casas y de cemento en el resto.
Seguridad para vecinos y peregrinos
La nueva senda peatonal del núcleo de San Caetano garantiza un paso seguro para vecinos y peregrinos. Y elimina uno de los puntos negros del Camiño Portugués en Pontevedra. [FOTO: DAVID FREIRE]
Pasarela de 13 metros sobre el Rons
Las obras han incluido la construcción de una pasarela metálica de 13,10 metros sobre el río Rons para evitar que los viandantes crucen en el estrechamiento del puente. [FOTO: DAVID FREIRE]
Una media diaria de 12.927 vehículos
La PO-225 era una de las carreteras con más riesgo de accidentes de Pontevedra por su elevado tránsito. Por este vial autonómico circulan una media de 12.927 vehículos al día. [FOTO: DAVID FREIRE]
"Esta obra supón unha mellora substancial para veciños, peregrinos e condutores", dijo la conselleira de Infraestruturas, que destacó la mejora de la seguridad vial en la zona, en la que puede circularse a 50 kilómetros por hora salvo en el tramo más pegado a las viviendas, que está limitado a 30.
La culminación de los trabajos, que empezaron el verano pasado y tenían un plazo de ejecución de seis meses, satisfizo al alcalde de Pontevedra. "Era un tema que había que arreglar", afirmó Lores tras recordar que esta actuación acabará con el principal "punto negro que tiña o Camiño Portugués a Santiago no concello". "É de ben nacidos ser agradecidos", añadió.
A preguntas de los periodistas sobre la posibilidad de que el Concello asuma la titularidad de la PO-225, el regidor del BNG recordó que para llegar a ese punto es preciso llevar a cabo otra obra: la variante de Alba. "Co presidente (Alberto Núñez Feijóo) teño falado o retomar este tema cun enfoque diferente dende o punto de vista da capacidade e da operatividade da vía, con tráficos peonís e tráfico calmado", explicó.
DIÁLOGO. La idea de Pontevedra es retomar el proyecto, que lleva aparcado desde 2019, cuando el Gobierno gallego lo frenó en seco por el rechazo vecinal que generó el diseño escogido tras dos años de estudio de distintas alternativas. La nueva carretera saldría del núcleo de O Freixo, en Campañó, y acabaría en el lugar de A Cendona, en Lérez.
La Consellería de Infraestruturas puso entonces presupuesto a la actuación, valorada en más de 8,2 millones de euros. El vial, de 992 metros de longitud, se concibió como una autovía limitada a 100 kilómetros por hora, con la construcción inicial de dos carriles y la posibilidad de ampliarlos a cuatro en el futuro. Aunque el diseño no gustó al Concello, que reclamaba zona 30 para el vial, el proyecto siguió su trámite.
Después del rechazo vecinal y de la decisión del PP local de cambiar su postura para que no se hiciera la variante de Alba, esta volvió al cajón y generó una importante polémica entre la Xunta y el Concello. Tras reproches cruzados entre ambas administraciones, Lores y Feijóo enterraron el hacha de guerra y pactaron retomar el diálogo sobre la obra.
"A variante de Alba é un compromiso que adquirimos co Concello. Coincidimos en que hai que ter un trazado de consenso, de acordo; que garanta a funcionalidade e a seguridade viaria e conte coa pertinente e necesaria autorización da Demarcación de Carreteras de Galicia", señaló Vázquez, que recalcó que "os investimentos son para solucionar problemas, non para crealos".