La senda que mejorará la seguridad de los peregrinos estará lista para el Año Santo

La Consellería de Infraestruturas asegura que el proyecto constructivo está en fase de redacción

Ámbito de la PO-225 en el que intervendrá la Xunta.
photo_camera Ámbito de la PO-225 en el que intervendrá la Xunta.

La Xunta puso este martes fecha a las obras para habilitar una senda peatonal segura en la PO-225, el vial que en la actualidad une las carreteras de Vilagarcía y Santiago. La obra estará finalizada para el Año Santo Xacobeo, esto es, en 2021. La previsión la lanzó el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, durante la presentación del trazado definitivo de la variante de Alba.

El responsable autonómico recordó que el proyecto que permitirá mejorar la seguridad en la zona, por la que a diario transitan los peregrinos que realizan el Camiño Portugués, ha superado ya la fase de exposición pública. El plan constructivo se encuentra ahora en fase de redacción.

La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, confirmó durante el mismo acto que estas obras complementarias conllevarán una "importante" mejora de la seguridad vial. "A variante de Alba reducirá o tráfico da estrada PO-225 nun 75%, polo tanto haberá unha maior seguridade para os veciños de Alba. Pero tamén se mellorará a seguridade do Camiño Portugués", subrayó la titular autonómica.

Este vial de titularidad autonómica cuenta con una longitud cercana a los 600 metros. Por allí transitan a diario decenas de peregrinos, una cifra que se incrementa con la llegada de la temporada alta. En el verano de 2018, la PO-225 fue paso obligado para una media diaria de 469 peregrinos.

A variante de Alba reducirá o tráfico da PO-225 nun 75%, o que mellorará a seguridade do Camiño Portugués

12.297 COCHES AL DÍA. La puesta en marcha de la variante de Alba conllevará una disminución del tráfico rodado en esta zona, que la Asociación de Amigos do Camiño Portugués cataloga como de "máximo riesgo". De hecho, por esta vía transitan 12.297 vehículos al día, según los datos facilitados por la Consellería de Infraestruturas, que hizo las mediciones el año pasado.

Aunque podría sufrir cambios, el proyecto de senda de la PO-225 prevé tres ámbitos de actuación. El recorrido a arreglar parte de la intersección con el paso del ferrocarril y discurre hasta la zona de la capilla de San Caetano, en donde hay una zona con riesgo de accidentes. La futura senda partirá del paso elevado del tren y discurrirá por el margen izquierdo, hasta la zona más sensible, donde se encuentran dos concurridas naves empresariales y la citada construcción religiosa.

En el área industrial se desplazarán los aparcamientos al otro lado de la carretera, ocupando la senda en el izquierdo. La Xunta prevé crear una pasarela sobre el río Rons para evitar que los viandantes crucen en el estrechamiento del puente.

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