Una empresa especializada en el estudio del subsuelo realizó unas catas en San Vicente de Cerponzóns para calcular cuántas toneladas de residuos de obra están enterrados en el lugar de Manxarón. Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) supervisaron la realización de los trabajos de destierre que se desarrollaron en una parcela próxima al cauce del río Rons.
La Comunidade de Montes de Cerponzóns, que encargó la realización de un informe pericial y técnico, está a la espera de los resultados que le permitirán determinar de un modo aproximado los metros cúbicos de cascotes, adoquines, baldosas y plásticos que están ocultos bajo una capa de tierra.
Los comuneros presentaron denuncias en reiteradas ocasiones ante el Seprona y la Policía Autonómica por la acumulación de residuos realizada supuestamente por la empresa constructora E.C. Casas desde 2010 hasta 2017, en un terreno en el que pretendía instalar una planta de reciclaje de restos de obra, para la que finalmente no obtuvo la preceptiva autorización.
"E.C. Casas debería haber retirado los residuos para dejar la parcela en las mismas condiciones en las que se encontraba antes de acumularlos, pero se limitó a ocultar el vertedero cubriéndolo con una capa de tierra", explica Juan Romero, presidente de la Comunidade de Montes.
El directivo señala que la constructora se defiende alegando que parte del material había sido arrojado por particulares. "Aunque pudiera ser que algún vecino aprovechara que ya había escombros para tirar algún material de deshecho, lo cierto es que en el vertedero abundan restos de baldosas, asfalto y adoquines que corresponden a obras realizadas en la ciudad", sentencia Romero.
