El servicio a domicilio de comida sale reforzado con el aumento de restricciones

Caylu nació hace un año con dos riders y actualmente tiene 58 en 10 concellos ► El incremento de pedidos, que en verano "se ha disparado", hace necesario engrosar la plantilla
Reportaxe a nova empresa local de reparto a domicilio.
photo_camera Repartidores de Caylu en Pontevedra. GONZALO GARCÍA

El servicio de comida a domicilio es un sector que está al alza desde hace unos años, sobre todo con la llegada de empresas como Glovo o Uber Eats a las grandes ciudades, no exentas de polémica por las condiciones laborales de sus trabajadores.

Sin embargo, todavía hay hueco para iniciativas locales: Caylu nació en O Grove y Sanxenxo hace poco más de un año, con solo un repartidor en cada concello. Ahora, trece meses después, ya son 58 riders repartiendo en 10 concellos.

Con el verano, por el momento han contratado a una decena de repartidores más, asegura Beatriz Castro, fundadora de la empresa. Con respecto a esto, la fundadora se siente realizada: "Generar puestos de empleo en estos momentos es difícil, pero es muy gratificante", cuenta.

Debido a la gran demanda, Caylu ha tenido que contratar a 56 riders desde la apertura de la empresa hace 13 meses

Casto asegura que la demanda de este servicio va por picos: cuando cerró la hostelería en octubre de 2020 y en febrero de este año, la demanda aumentó, por lo que esperan que, con las nuevas restricciones para la hostelería, "vuelva a aumentar". De hecho, dice, "los restaurantes ya nos han estado llamando para reforzar", pues esperan aumentar el número de pedidos a domicilio por las limitaciones sanitarias.

Por supuesto, "el incremento de pedidos en las zonas turísticas se ha disparado", cuenta Beatriz Castro. Según la fundadora, Caylu ha tenido que intensificar su presencia en los concellos de Sanxenxo, Marín u O Grove con la llegada del verano. Además, el número de restaurantes que se han unido a esta iniciativa aprovechando la temporada estival también aumentó.

Por ello, en contexto de pandemia también ha sido muy favorable para el éxito de proyectos como este. Los aforos limitados, la intermitente prohibición de acudir a locales con no convivientes o el simple hecho de ser precavidos para evitar contagios propició que la gente haya decidido comer comida de restaurante pero desde la seguridad del hogar.

Si bien es cierto que cuando se volvió a abrir la hostelería con relativa normalidad hace unos meses notaron un descenso en los pedidos, "a gente no deja de encargar comida", porque cuenta que, muchas veces, por comodidad se prefiere no salir de casa. Además, en el caso de Caylu, hacen pedidos entre diferentes concellos, por lo que "puedes pedir a un restaurante de O Grove siendo de, por ejemplo, Meaño".

Defienden un modelo empresarial legal: huyen de falsos autónomos, contratando a los repartidores de comida 

Gracias a todo esto se han afianzado una clientela "muy fiel" que le ha permitido crecer tanto en apenas un año. Además, su "planteamiento era tener a la hostelería tradicional, a la de toda la vida pero, por qué no, también tener a Estrellas Michelin como Pepe Solla o Pepe Vieira".

El secreto. En Caylu siempre han sido fieles a sus principios, explica Castro: así como el sistema de contratación de otras compañías dio lugar a la Ley Rider para evitar los falsos autónomos, "nosotros siempre hemos huido de eso, queríamos hacer una empresa legal al 100%".

Además, como tanto Beatriz Castro como su socio, Antonio Luaña, son de San Vicente de O Grove y hasta el pueblo no llegaban otros servicios de reparto, la esencia de Caylu es "llegar a aquellos sitios en los que no hubiera ese servicio y, sobre todo, hacerlo intermunicipios", prestado especial atención al "extrarradio".

Ponteabastos: La otra cara de la moneda
El mercado de Abastos de Pontevedra también tiene su propia iniciativa para enviar marisco, carnes o quesos a cualquier punto de España o Portugal: Ponteabastos. En la ciudad, el promotor de la idea, Jorge Eyo, es el repartidor que se encarga que lleguen los pedidos lo más rápido posible a los hogares, mientras que una empresa de paquetería lo hace al resto del país.

A diferencia de Caylu, el verano juega en contra de Ponteabastos: "En verano nos baja el volumen de pedidos, porque al repartir en Pontevedra, mucho cliente que tenemos se va de vacaciones o a pasar el día fuera", explica.

De hecho, además de Pontevedra, donde realmente son competitivos es fuera de la comunidad: "En Galicia hay plazas de abastos con muy buenos productos en casi cualquier lugar", pero para Madrid o Barcelona, por ejemplo, los precios son muy buenos "y el producto es de muy buena calidad" en comparación con lo que puede haber allí.

Con todo, Eyo cree que, quizá, estas medidas sanitarias contribuyan a un nuevo repunte: "Podemos recuperar cierta clientela que, a lo mejor, suelen irse de fin de semana y ahora cocinarán en casa".

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