Una "siembra" de chinchetas en la senda fluvial a Bora pincha diez bicicletas

Los ciclistas tuvieron que parchear las ruedas para poder continuar la marcha
Ciclista en el paseo fluvial. JAVIER CERVERA - MERCADILLO
photo_camera Ciclista en el paseo fluvial. JAVIER CERVERA - MERCADILLO

El paseo fluvial entre Monte Porreiro y Bora se convirtió en una trampa para los ciclistas que este miércoles recorrieron la senda que discurre paralela al río Lérez. Una "siembra" de chinchetas ocasionó el pinchazo de las ruedas de al menos una decena de bicicletas.

Tachuela clavada en una zapatilla de deporte. CEDIDALa situación fue denunciada a través de las redes sociales por varias personas que observaron las tachuelas en el suelo y presenciaron cómo los ciclistas tenían que parchear las cámaras de sus bicicletas (alguno de ellos de las dos ruedas) para poder reiniciar la marcha.

Algunos de los comentarios que efectuaron estas personas evidencian su preocupación por el peligro que suponen los clavillos esparcidos por el paseo fluvial. "No solo fastidian a los ciclistas, porque también hay familias con sus hijos, gente corriendo, perros y gente mayor" que disfrutan del sendero fluvial. "Deberíamos respetarnos los unos a los otros y disfrutar todos de lo que tenemos", señala uno de los caminantes.

En esta misma línea, otro de los vecinos que frecuenta el sendero fluvial sentencia que "no está bien poner chinchetas en los caminos, porque puedes dañar a una persona o una mascota", si bien matiza que, en cuanto a los ciclistas, en el mismo comienzo de la senda, unos metros antes de la estación de bombeo, hay un cartel de "dirección prohibida", lo cual engloba a las bicis de montaña, que no deben circular por ellas. En este sentido, puntualiza que "estarían permitidas bicicletas infantiles que no sobrepasen la velocidad de caminar a pie".

Algunas de las personas que han denunciado la situación han ilustrado sus comentarios con fotos, entre ellas la de una chincheta clavada en una zapatilla de deporte.

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