"Sigue habiendo las mismas dudas; los jóvenes todavía necesitan educación sexual"

Cruz Roja es la única entidad en Pontevedra que ofrece talleres con estos contenidos a los más jóvenes y advierte de que aún existen mitos
Una de las charlas ofrecidas por Cruz Roja, este viernes, en el IES Luís Seoane
photo_camera Una de las charlas ofrecidas por Cruz Roja, este viernes, en el IES Luís Seoane

"Pensamos que ciertas cosas están superadas, pero no, sigue habiendo las mismas dudas, los mismos mitos y tabúes en torno al sexo. Por mucho acceso a Internet que tengamos, aunque vivamos en la sociedad de la comunicación, los jóvenes siguen necesitando educación sexual", explica Diana Freire, técnica del Programa de Educación para a Saúde de Cruz Roja en Pontevedra.

La organización ofrece uno de los pocos recursos que tienen los centros de la ciudad para acceder a contenidos de educación sexual. La ausencia de un centro específico sobre este asunto en la Boa Vila, un servicio con el que sí cuentan las otras grandes ciudades gallegas a través de los centros Quérote Máis (que dependen de la Consellería de Política Social), hace de los talleres sobre sexo de Cruz Roja en los centros educativos una herramienta muy útil para los más jóvenes de la ciudad.

Además de las charlas en institutos, la sede de la ONG es uno de los pocos puntos en los que se entregan preservativos de forma gratuita (el Concello también los reparte en la Casazul y el Local de Música). Por su parte, la red de centros Quérote Máis también ofrece talleres en centros educativos aunque no cuente con un centro de referencia en la ciudad.

Una de las principales carencias que notan los técnicos de Cruz Roja en lo que se refiere a educación sexual entre los más jóvenes se refiere a la igualdad. De este modo, Freire insiste en que entre el material que llevan a los talleres se encuentran un pene y una vagina de plástico para mostrar el funcionamiento de dichos órganos y afirma que la vista de la vulva está menos normalizada que la del pene. "Se tiene una imagen sucia de la vagina, algo que no pasa con el órgano reproductor masculino", cuenta. Los tiempos han cambiado, pero las personas que trabajan a diario con jóvenes aseguran que sus creencias con respecto al sexo no han evolucionado demasiado. "No noto muchos cambios en los conocimientos de la gente joven sobre este tema desde que empecé hasta la actualidad. Por ejemplo, no tienen nada claro el tema de la orientación sexual", cuenta Freire.

Del mismo modo, los adolescentes siguen reduciendo el sexo a la penetración y las chicas todavía tienen esa presión de la ‘primera vez’. Además, la homofobia es una realidad en 2017 entre las generaciones más jóvenes. Muchas de las preguntas o comentarios de los chicos con los que trabajan dejan al descubierto la falta de información o los prejuicios que tienen en torno al sexo. Lo mismo ocurre con las enfermedades de transmisión sexual. "Muchos piensan que el VIH es una enfermedad de África, consideran que en Europa es algo que ya no se da, y nada más lejos de la realidad", cuenta Freire. Del mismo modo, Durán explica que Cruz Roja mantiene los programas de prevención del VIH a pesar de que la preocupación al respecto haya descendido a nivel generalizado.

Cruz Roja lleva más de 20 años realizando este tipo de talleres y durante todo este tiempo ha atendido a unos 20.000 jóvenes en institutos de la provincia. "Notamos que durante los últimos años, con el aumento de la crisis, el trabajo de las organizaciones se centró en ayudar a las personas en riesgo de pobreza, pero nosotros no dejamos de lado el ámbito de la juventud, tanto en lo que se refiere a educación sexual como a prevención del consumo de drogas o alcohol", cuenta María Durán, integrante de Cruz Roja en Pontevedra.

"Como ocurre siempre en Cruz Roja, trabajamos con voluntarios, sobre todo gente joven, que acerca a los chicos y chicas algo de información sobre este tema en talleres que duran cuatro horas", explica Freire. Así, en 2016 el programa contó con 63 voluntarios, la mayoría de ellos mujeres. Los contenidos están pensados para chicos y chicas de 14 y 15 años, aunque la responsable del programa en Pontevedra dice que "quizás sí se debería hablar antes de estos temas, nunca es demasiado temprano para hacerlo".

En los últimos años, el número de talleres realizados en centros se mantuvo pero, sin embargo, hubo una bajada importante en la demanda de este tipo de charlas orientadas a padres y madres. El objetivo de las mismas es ayudarles a tratar temas de sexualidad con sus hijos.

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