Amor es lo que siente por el fútbol sala y por su ciudad. Aguete, mientras sigue "hincando el codo" para sus oposiciones a funcionaria de prisiones, viene de proclamarse campeona del primer Europeo de fútbol sala femenino de la historia. Ahora, puede presumir de recibir un reconocimiento a su trayectoria vinculada a Pontevedra, al contribuir a dejar en buen lugar a su ciudad a través de sus méritos deportivos.
¿Qué significa para usted recibir este premio?
La verdad es que este año para mí está siendo impresionante. A nivel individual está siendo inmejorable, pero la verdad es que recibir este tipo de reconocimientos en tu casa, en tu ciudad... le da mucho más valor a lo que haces y a tu trabajo, desde mi punto de vista.
¿Esperaba que le tocara recibirlo este año por sus méritos deportivos? ¿Qué se siente al ser un ejemplo para deportistas pontevedreses que están empezando en fútbol sala o en algún otro deporte?
No, no me lo esperaba para nada. Me pilló totalmente por sorpresa, cuando me lo comunicaron me hizo muchísima ilusión porque al final los reconocimientos que vienen del sitio de donde eres tienen mucho más significado que los de fuera, que son bastante más... fríos, por decirlo así. Sobre lo de ser un ejemplo, yo la verdad es que no me considero especialmente un referente pero me encantaría motivar a que la gente practique futsal. Si es verdad que cada vez hay más niñas que juegan sala y poco a poco van teniendo ya referentes femeninos que pueden servirles de espejo.
Xabier Fortes fue el encargado de anunciar los galardones, este año paritarios, aunque remarcó que los méritos no entienden de género. ¿Qué le parece que se repartan los premios de forma igualitaria?
Pues me parece genial la verdad, porque hay muchas mujeres ya no solo en disciplinas deportivas, sino en otros ámbitos profesionales que se merecen este galardón. Simplemente hay que poner esas referentes a la vista para que la sociedad vea que la mujer tiene un papel mucho más importante de lo que tenía hace años y es de agradecer que se tenga la misma consideración que se tiene respecto a los hombres, con las mujeres de Pontevedra.
Conseguir algo a nivel nacional con el equipo es la espinita que me queda por quitarme y lo que más me motiva
¿Ha sido este el año de su vida? ¿Confiaba en que conseguiría regresar a la élite y a la selección tan rápido cuando dio ese paso atrás para terminar sus estudios?
No, la verdad que cuando lo dejé no me esperaba volver de esta forma ni mucho menos volver a la selección española, que la verdad pensaba que no iba a regresar... y encima de qué mejor forma que con ese Europeo.
El premio reconoce sus méritos deportivos y su trayectoria. ¿Qué le queda a Silvia Aguete por conseguir?
Fundamentalmente, además de que tengo muchísimo amor por este deporte, lo que más me motiva cada día es conseguir un título a nivel club. Es la ‘espinita’ que me queda por quitarme, conseguir algo a nivel nacional con el Poio Pescamar.
De hecho, viene de renovar precisamente con el club rojillo. ¿Rechazó muchas ofertas de otros equipos?
Todos los años sale alguna ‘cosilla’ por ahí, pero bueno, yo en Poio estoy encantada, muy cómoda y muy contenta. El club me gusta, me tratan muy bien... En este sentido pues tengo todo lo que necesito y no me planteé salir.
¿Qué expectativas tiene de este nuevo proyecto del Poio con Raúl Giménez en los banquillos? ¿Qué le transmiten las nuevas incorporaciones?
Tiene muy buena pinta, creo que es una buena apuesta. De vez en cuando hace falta hacer un cambio radical para introducir aires nuevos y que la gente este más ilusionada, que compita de otra forma. Sobre el entrenador, nos va a venir muy bien. Yo coincidí con Raúl cuando estaba en segunda y además fue jugador profesional, por eso creo que sabrá transmitirnos lo que necesita el equipo y también lo que pretende de nosotras.
Además, el equipo ha fichado a Caridad García, con la que ya competiste por la portería de la selección. ¿Qué le parece?
Creo que la apuesta es buena y de futuro para el Poio. Es una portera con mucha calidad y esa competitividad nos va a venir muy bien a las dos, porque nos va a exigir mucho y el nivel de la portería va a ser mucho más alto.
La gente ya no te mira con cara de extrañada cuando le das patadas a un balón siendo niña
¿Es duro compaginar el estudio de una oposición con la élite del fútbol sala?
Es muy exigente, sobre todo en pretemporada porque hay mucha carga de entrenamientos y no tienes tiempo para compaginarlo. Lo más importante es ser constante.
¿Cómo ve actualmente al fútbol sala femenino en comparación a cuando empezó a jugar en el año 2002?
Cuando empecé no me imaginaba siquiera disputar un europeo oficial. De todas formas, pensé que a raíz de eso, el cambio iba a ser mucho más radical, todavía falta. Cuando yo empecé esto era inimaginable. Yo me acuerdo jugar en el patio del colegio yo sola contra todos los niños. Había muchas menos chicas que practicaban fútbol sala, porque estaba mucho más marcado cuáles eran deportes para chicos y cuáles para chicas. Por suerte, ahora ya no pasa y la gente no te mira raro cuando te ve dándole patadas a un balón siendo una niña y no un niño.
¿De quién reclama mayor atención en particular? ¿Quizá de los medios de comunicación?
Las instituciones deberían invertir algo más en el deporte femenino. También los medios de comunicación deberían darle mayor visibilidad. El Europeo fue retransmitido pero, si lo comparas con cualquier campeonato masculino, sigue siendo una cobertura escasa.
