Tres sindicalistas declaran ante la Fiscalía por coacciones durante la huelga de justicia

Medio centenar de personas se han concentrado ante las puertas de los juzgados de A Parda, en Pontevedra, en apoyo a estos tres delegados sindicales

Cartel que anuncia la huelga de Justicia. XESÚS PONTE
photo_camera Cartel que anuncia la huelga de Justicia. XESÚS PONTE

Tres representantes sindicales han declarado este martes ante la Fiscalía de Pontevedra, en calidad de investigados, acusados de supuestas coacciones durante la jornada de votación entre los trabajadores del preacuerdo alcanzado por la Xunta y varios sindicatos para poner fin a la huelga de la justicia.

Los tres sindicalistas, Enrique Araújo (STAJ) y Fina Iglesias y Pablo Valeiras (Alternativas na Xustiza-CUT), que se oponían al citado acuerdo, fueron denunciados por un delegado del sindicato SPJ-USO de Ourense.

Medio centenar de personas se han concentrado ante las puertas de los juzgados de A Parda, en Pontevedra, en apoyo a estos tres delegados sindicales que, antes de declarar ante el fiscal jefe de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, han asegurado que no hubo "ningún tipo" de coacción.

No se le pidió el voto a nadie ni se intentó presionar absolutamente a nadie para que cambiase el sentido de su voto, ha explicado Enrique Araújo

"No se le pidió el voto a nadie ni se intentó presionar absolutamente a nadie para que cambiase el sentido de su voto", ha explicado Enrique Araújo, que ha reprochado que la Fiscalía actúe como "parte implicada" en este proceso.

Esta situación forma parte, ha añadido, de la "represión" ejercida por la Xunta de Galicia tras el final del conflicto laboral, "con la ayuda" del sindicato SPJ-USO y de la propia Fiscalía, según ha denunciado Araújo.

Los tres investigados han asegurado estar "tranquilos" porque reiteran que, con respecto a los hechos que se les imputa, "no ocurrió absolutamente nada". Pablo Valeiras ha calificado este proceso como una "operación de caza y captura" hacia los tres sindicatos que rechazaron el acuerdo alcanzado entre la Xunta y las centrales SPJ-USO, CC OO, UGT y CSIF para cerrar "en falso" este conflicto laboral, un comportamiento que ha achacado a una "lucha de poder". 

Por último, Fina Iglesias ha destacado que "no tengo nada de lo que arrepentirme" y ha enmarcado la "tensión" vivida en la jornada de votaciones en el "desgaste" de los trabajadores tras tres meses de paro y el "enfado" de la plantilla por la "traición" del preacuerdo con la Xunta.