En España se producen unas 30.000 paradas cardiorrespiratorias al año. Una cifra que podría reducirse de manera significativa si se aplicara la desfibrilación a la víctima en los cinco primeros minutos. Tras un infarto, las estadísticas afirman que el índice de supervivencia fuera del ámbito hospitalario se sitúa por debajo del 10 %, mientras que en países como Estados Unidos el porcentaje se eleva hasta el 50% gracias a la presencia masiva de desfibriladores. Es por ello que cada vez más comunidades autónomas obligan a su instalación.
Este jueves fue en la Comandancia pontevedresa, pero cada vez son más los escenarios donde los técnicos de Cruz Roja Española imparten cursos formativos en primeros auxilios y manejo de estos aparatos salvadores, tan decisivos en una emergencia como inútiles en las manos incorrectas.
Y es que pocas son las personas con los conocimientos adecuados para saber reaccionar y actuar ante un imprevisto grave.
"La diferencia entre salvar una vida o perderla radica en algo tan básico como saber utilizar o no un desfribrilador"
Beatriz García Luque, responsable de formación en la sede pontevedresa de Cruz Roja, confirma que "se ha disparado la demanda de colegios, empresas, organismos y particulares que nos solicitan estos cursos, porque son tremendamente útiles y existe una gran carencia formativa".
Un ejemplo claro se da en el manejo de los desfibriladores, cuya demanda fue masiva a raíz de una serie de luctuosos percances —sobre todo en el mundo del deporte—, y que en Galicia dio origen en 2017 a un decreto recomendando su colocación en instalaciones deportivas, centros comerciales, estaciones de autobús y ferrocarril o los centros educativos. Sin embargo, su dotación no es obligatoria, algo que sí ocurre en otras comunidades.
"Pero no sirve de nada disponer de ellos si no hay personal debidamente formado para saber utilizarlos. Porque en ese caso es como si no estuvieran", subraya la técnico sanitaria.
"Se ha disparado la demanda de cursos de primeros auxilios por parte de coelgios, empresas e instituciones"
García Luque asegura que su manejo "no es en absoluto complicado, porque el aparato te va marcando todos los pasos. Eso sí, si nunca has visto uno, la primera vez intimida un poco". Y recurre a una frase tan tópica como cierta: "La diferencia entre salvar una vida o perderla radica en algo tan básico como saber utilizar un desfibrilador".
Cruz Roja Pontevedra impartió el pasado año una decena de cursos formativos en primeros auxilios, de los que se beneficiaron más de un centenar de personas y unas 30 empresas de la comarca.
El próximo día 31 está convocado uno, abierto a todos los interesados y de cinco horas de duración, sobre el conocimiento y manejo de un desfibrilador, así como saber diferenciar un infarto de otras dolencias. El aforo está limitado a ocho personas y las inscripciones se pueden formalizar en la propia sede de Cruz Roja.
COMANDANCIA. Dentro de ese ciclo de colaboraciones con organismos públicos, técnicos de la oenegé impartirán durante la tarde de este viernes en la Comandancia de la Guardia Civil el curso Los minutos de la vida, en el que darán nociones sobre el soporte vital básico y se darán unas nociones básisas sobre los desfibriladores.
"Queremos que nuestros compañeros estén preparados para ayudar al ciudadano en estos casos en que la vida es una cuestión de do minutos", explica Manuel Picón, de la delegación provincial de la Asociación Pro Guardia Civil, organizadora de la actividad, gratuita y dirigida exclusivamente a agentes de la Benemérita.
Agrega que "con estos cursos, las patrullas de Seguridad Ciudadana aumentan su eficacia para con el ciudadano".
La responsable de formación de Cruz Roja subraya que "repasaremos un amplio abanico de escenarios con los que se pueden encontrar los agentes, desde un atragantamiento hasta una hemorragia".
