El buen hacer de Gonzalo Boye, el abogado que comparten José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, y Carles Puigdemont, no ha sido suficiente para que el capo más famoso de todos los tiempos pueda eludir la acción de la Justicia. Ocho meses después del aplazamiento de la vista oral que se inició en la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra, el mismo tribunal retomará el proceso en la semana del 25 de octubre, tras el dictamen acordado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
El letrado de Miñanco planteó como cuestión previa la posible prescripción del delito que se atribuye a su patrocinado, argumento que cayó en saco roto. Paralelamente, expuso una presunta contaminación del presidente del tribunal, José Juan Barreiro Prado, y de una de las magistradas, por haber resuelto una cuestión de competencia en la primera fase de las investigaciones. El TSXG avaló la tesis de la Fiscalía y del propio tribunal pontevedrés, que entendían que el citado fallo no les sirvió para conocer en absoluto el fondo del asunto que juzgarán en el plazo de un mes en el Pazo de Xustiza de Pontevedra.
Junto a Prado Bugallo, volverán a sentarse en el banquillo de los acusados su exmujer, una de sus hijas, su excuñada y José Alberto Aguín Magdalena, O Rubio de Aios, que, para los investigadores, es el principal testaferro del narcotraficante en la zona de O Salnés.
El cambadés, que comparte abogado con Carles Puigdemont, se enfrenta a la pérdida de buena parte de su patrimonio
La investigación que acabará con la sentencia de la sala segunda de la Audiencia pontevedresa partió de la Operación Suntuarias, una batería de procesos iniciados por la Agencia Tributaria (liderada en aquel momento por Luis Pazos) y la Fiscalía Especial de Delitos Económicos (coordinada por Augusto Santaló). Hacienda observó patrimonios de origen injustificado en personas con antecedentes por tráfico de sustancias estupefacientes y, tirando del hilo, logró sentar en el banquillo a muchos de ellos. 'Tucho' Carballa, Los Abalos, los familiares de Manuel Barroso Millán o Marcial Dorado ya han sido condenados por ello, lo mismo que la gran red del desaparecido José Antonio Pouso Rivas, Pelopincho. Restan por comparecer, además de Miñanco, Los Charlines, cuyo proceso fue derivado a la Audiencia Nacional en una pieza separada, la Operación Repesca.
En cuanto a la red que será juzgada a partir del 25 de octubre, las pesquisas se centran en la inmobiliaria San Saturnino, una empresa a cuyo nombre figuran la mayor parte de los inmuebles que los investigadores atribuyen a Miñanco, no solo en aquel momento, sino también en la más reciente Operación Mito.
Dicha agencia, creada por el cambadés en los años 80 y que volvió a ser registrada el 5 de febrero de 2018, serviría al narco para acumular un inmenso patrimonio inmobiliario que ahora podría perder, entre el que se hallan pisos en pleno centro de Pontevedra, en Cambados y en Sanxenxo, además de su joya de la corona, el chalé que empleaba como centro de mando en los últimos alijos que presuntamente dirigió en el año 2017, ubicado a pocos metros de la playa de Montalvo.
Sito, que cuenta con dos condenas muy importantes por tráfico de cocaína (fue detenido en 1991 y en 2001 relacionado con grandes cargamentos procedentes de Colombia) está de nuevo en prisión tras la mencionada Operación Mito, el mayor golpe antidroga de la Policía Nacional en la presente década y que se saldó con 52 detenciones en toda España, incluida toda la infraestructura que el narcotraficante había logrado recuperar en las rías gallegas para la introducción de cantidades descomunales de polvo blanco.
