Aunque la de este lunes fue una jornada de resaca para algunos tras una noche de fiesta celebrando resultados y de silencio para otros después de no haber obtenido el respaldo esperado en las urnas, el reparto de sillones en los concellos y en la Deputación ya ha empezado a generar reacciones.
A nivel provincial se pronunciaron tanto los socialistas como los populares, aunque los primeros lo hicieron mucho más satisfechos que los segundos.
El secretario general del PSOE pontevedrés, David Regades, señaló que "el resultado es el reflejo de cuatro años de trabajo tanto en los gobiernos locales como en la oposición, que se ha visto recompensado". Así, destacó que el partido del puño y la rosa ha sido "primera fuerza en la provincia" y "lo ha sido tanto en las municipales como en las europas y en las pasadas elecciones generales".
Regades calificó de "histórico" el balance obtenido en Vigo por los de Abel Caballero, destacando que "nunca ninguna gran ciudad en toda España había tenido un resultado como este", pero no quiso dejarse en el tintero las victorias en el resto de la provincia: "El PSOE tuvo más mayorías absolutas que nunca: en Vilagarcía, Ponte Caldelas, Cuntis, Gondomar, Tui...; mientras que el PP está quedando como un partido testimonial. Ha perdido alcaldías muy importantes en manos de partidos progresistas y no tengo duda de que seremos capaces de no defraudar y llegar a acuerdos para gobernar en esos ayuntamientos", aseguró.
El secretario general de los socialistas pontevedreses también se pronunció sobre el éxito cosechado para la Deputación, donde el PSOE ha rozado la mayoría absoluta al pasar de diez a trece diputados, lo que le permitiría incluso gobernar en solitario.
Preguntado sobre la posibilidad de optar por esa vía o bien intentar reeditar el pacto con el BNG para gobernar sin futuros sobresaltos, David Regades prefirió no cerrar puertas: "Somos un partido de diálogo y siempre vamos a estar hablando y dialogando con todo el mundo que tenga un proyecto, una idea y algo positivo para la provincia. A quien lo tenga, lo vamos a escuchar atentamente", dijo. "Es obligatorio hablar con todo el mundo y vamos a hablar con todos los partidos", añadió.
Lo que sí dejó bien claro es que "de las cuatro diputaciones gallegas, la de Pontevedra es en la que más ha subido el PSOE" y ese hecho "confirma la política que se ha hecho" en la institución, "a la que se le ha dado un giro de 180 grados. Acertamos con el modelo, creímos en él y es el que la gente quería, más cercano a la ciudadanía, más transparente y que no trabajó por intereses electorales y estratégicos como el anterior Gobierno del PP", manifestó.
Al otro lado del ring político, el PP provincial se mostró mucho menos eufórico. Su presidente, Alfonso Rueda, indicó que "en un escenario político de enorme complejidad, el PP mostró síntomas de mejoría con respecto a las elecciones generales del 28 de abril y sigue manteniendo un fuerte peso en la provincia", pero admitió que "se buscaban unos resultados mejores y es necesario hacer un análisis en profundidad para buscar cuanto antes soluciones".
Aún así, puntualizó que "logramos ser la fuerza más votada en el 60% de los concellos de la provincia y ganamos claramente en número de concejales, con 364 frente a 256 del PSdeG".
Rueda también recordó que el PP fue el partido que obtuvo más mayorías absolutas (22), recuperando algunas en municipios emblamáticos como Sanxenxo y Lalín y fortaleciendo otras como la de A Estrada, con un concejal más y especialmente Marín, donde María Ramallo y los suyos subieron cuatro.
"Además, el PP ganó claramente las elecciones en otros concellos de tamaño medio como O Porriño y Poio, donde se quedó a las puertas de la mayoría absoluta, siendo también primera fuerza en Redondela y Cambados", dijo.
En el caso de Pontevedra, destacó que "Rafa Domíguez se consolida como la única alternativa de cambio, subiendo dos concejales y aumentando casi 2.000 votos con respecto a 2015". En la ciudad olívica su análisis fue mucho más negativo: "El resultado en Vigo ha sido muy malo y condiciona el resultado a nivel provincial. Habrá que analizar las causas, tomar nota de lo que nos han dicho los ciudadanos y trabajar desde el minuto uno para mejorar y revertir la situación", aseguró.
Rueda también recalcó que el PP "se refuerza como partido hegemónico del centro derecha en la provincia", ya que "Vox no obtuvo ni un solo concejal" y ni ese partido ni Ciudadanos lograron ninguna alcaldía.
CLAVE LOCAL. El presidente del PSOE local y aspirante a la Alcaldía, Tino Fernández, evita efectuar un pronóstico sobre el futuro Gobierno municipal. "Los socialistas nos tomaremos un par de días de descanso. Luego nos sentaremos el grupo municipal y la ejecutiva para analizar los resultados y ver cuál va a ser nuestra posición de cara al 15 de junio", día en el que se constituyen las corporaciones locales. "Esperaremos a ver si nos llama el BNG, que fue la fuerza más votada, y sino desarrollaremos nuestra propia estrategia".
En este sentido, el portavoz socialista recuerda que "el Bloque ha sido el partido más votado y puede tomar la decisión de gobernar en solitario o buscar acuerdos con el Partido Socialista. Es el BNG el que debe tomar la decisión sobre cómo quiere plantear el futuro Gobierno local".
En su análisis sobre el resultado electoral en el municipio de Pontevedra, Tino Fernández extrae la conclusión de que "los ciudadanos han dejado claro que no les gustan los gobiernos en minoría, aunque ésta sea muy amplia, y que tampoco quieren gobiernos con mayorías absolutas sino que prefieren una estabilidad que les permita ver que Pontevedra sigue avanzando, y en el PSOE tenemos la capacidad para intentar influir en el Gobierno de Madrid en asuntos que son importantes para Pontevedra, entre ellos el de las infraestructuras".
"En caso de que el BNG nos llame para hablar -subraya el portavoz socialista- no vamos a poner ninguna línea roja a la hora de sentarnos a negociar con lealtad y honestidad".
Rafa Domínguez, que lideró la lista del PP a la Alcaldía, dejó para este martes la valoración de los resultados electorales. Pablo Fernández, que ocupó el puesto número 3 en la candidatura, tilda de "satisfactorio" el resultado electoral obtenido por la formación conservadora. "Aunque no conseguimos la Alcaldía, que era nuestro objetivo, hemos salido muy reforzados y satisfechos al comprobar que los ciudadanos creen en nosotros y en nuestro proyecto".
Además, hace hincapié en el "ambiente eufórico" que percibió en el BNG durante la jornada electoral. "Daba por hecho que iba a conseguir una mayoría absoluta que al final no logró. Eso ha sido un toque de atención muy bueno para los nacionalistas".
