Los síntomas que anunciaban unas elecciones agitadas en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Pontevedra estaban en lo cierto. La tensión que dominó las pseudo campañas de los tres candidatos se trasladó a las urnas este domingo, dando lugar a una jornada maratoniana de votaciones y recuentos.
Finalmente, Alba Soutelo repitió victoria por tercera vez consecutiva, alzándose como presidenta del Colegio para los próximos cuatro años. Sin embargo, la identidad del ganador estuvo en el aire hasta bien entrada la madrugada a causa de la impugnación del voto por correo solicitada por la candidatura de Gerardo Santamarta, ex tesorero de la entidad durante el último mandato. José Luis Abril, un joven boticario de Vio, fue el tercer aspirante.
VOTO POR CORREO. La impugnación fue solicitada al Consejo General por Santamarta, extesorero del Colegio, ante la supuesta existencia de irregularidades en el voto a distancia. Su demanda obligó a comprobar uno a uno cuántos votos postales eran válidos para celebrar un nuevo recuento.
Al contrario de lo que sucede en las elecciones generales, autonómicas y locales, en el caso del Colegio de Farmacéuticos el voto por correo tiene mucho más peso que el presencial, hasta el punto de que casi llega a tripicarlo. En gran medida, porque las únicas urnas autorizadas para el voto in situ se habilitaron este domingo en la sede del Colegio de Pontevedra, cuando en los comicios participan los boticarios de toda la provincia.
VICTORIA DE SOUTELO. Según los datos facilitados, se contabilizaron 270 votos presenciales, entre los que candidatura más votada ya resultó ser la de Alba Soutelo, presidenta del Colegio durante los últimos dos mandatos. Añadiendo el voto por correo, el resultado fue el siguiente: 388 papeletas a favor de Soutelo, 220 para Santamarta y 135 para Abril. Cuatro votos fueron en blanco y otros cuatro fueron declarados nulos.
Soutelo se presentó a las elecciones con el reto de finalizar el trabajo iniciado y con la pretensión de abandonar el cargo de forma definitiva en 2022, una vez expirado el tercer mandato. José Luis Abril aceptó liderar un grupo de profesionales que pretendían dar un giro al Colegio, reforzando la transparencia y la formación y ofertando servicios nuevos. Gerardo Santamarta concurrió con el objetivo de dar un vuelco a la entidad, previas críticas a la gestión de Soutelo de los fondos del Colegio destinados a los gastos de la junta directiva.
