Hace algunos meses, el jefe del Grupo II de la Udyco de Pontevedra declaraba en este periódico que la única solución al problema de tráfico de drogas en O Vao pasaba por una reurbanización completa del entorno del poblado. Este jueves fue el coronel de la Guardia Civil quien reconoció que probablemente este sábado mismo muchos de los 26 detenidos —algunos de los cuales pasarán en esta mañana a disposición judicial— estarán vendiendo estupefacientes en el mismo lugar. Preguntada al respecto, la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, lanzó la pelota al tejado de los concellos de Poio y Pontevedra. "Eso es un asunto de competencia municipal que sobrepasa lo que yo puedo decir como subdelegada del Gobierno".
Sobre la redada, la más importante de los últimos años en el núcleo chabolista, opinó Jorge González Veiga, jefe de la Comandancia. "No es fácil penetrar en una zona tan marginal en la que nuestra presencia, tanto uniformada como de paisano, es fácilmente detectable. Fue preciso emplear medios técnicos y gracias a ellos se pudieron conseguir los permisos para los registros que este jueves se llevaron a cabo". "Un miembro ya había sido detenido en septiembre, cuando viajaba en su vehículo portando heroína y cocaína. Eso nos hizo explotar la operación", apuntó.
El coronel explicó que se desarticularon cuatro clanes "que se repartían el trabajo, de modo que uno trabajaba cada semana y los otros tres se mantenían inactivos".
Sobre la importancia de la operación, señaló que "creo que son los distribuidores de la cocaína y de la heroína del entorno de Pontevedra. La operación no está cerrada, aún estamos en fase de detención de algunos miembros más de esos clanes que no se hallaban este jueves en sus domicilios".
En cuanto al mal endémico de la venta de droga en O Vao, González Veiga admitió que "ustedes que viven aquí saben que es un rosario de ida y venida de personas. Durante este año hemos realizado más de 250 actas de denuncia por incautación de pequeñas dosis, lo que demuestra que hay un trasiego continuo de gente hacia el poblado", a lo que añadió que "somos conscientes de que las resoluciones judiciales que se adopten no serán lo que nos gustaría. Es muy probable que vuelvan a su actividad, que es la venta de drogas, pero desde hoy trabajamos en realizar otra operación".
Sobre posibles soluciones al problema, más allá de la citada urbanización, la subdelegada apostó por "confiar en el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado aplicando las leyes e impulsar políticas positivas que tengan que ver con la prevención. No podemos meternos en la cabeza de los narcotraficantes y lavarles el cerebro para que esto no siga ocurriendo. El tráfico de drogas y el consumo no se puede resolver políticamente".
