Sube el número de conductores, pero "el carné ya no es prioridad para los jóvenes"

Pontevedra supera los 53.753 permisos de conducción, un 1,4% más que hace una década ▶ Las mujeres se animan cada vez más a dirigir el volante y ya representan el 48% del total
Alumna realizando prácticas para aprender a conducir en una autoescuela. DP
photo_camera Alumna realizando prácticas para aprender a conducir en una autoescuela. DP

El municipio pontevedrés ha superado la barrera de los 53.000 conductores, alcanzando el pasado mes de agosto las 53.753 licencias para pilotar un vehículo. La cifra representa un aumento del 1,4% respecto a la que se manejaba hace una década y significa que, aproximadamente, seis de cada diez habitantes del municipio disponen de autorización para manejar un vehículo a motor.

En todo caso, el volumen de carnés de conducción no es el único parámetro que ha cambiado, sino que el perfil de los pilotos también se ha transformado y lo ha hecho tanto a nivel de sexo como de edad. ¿Por qué? Porque las mujeres se animan cada vez más a ponerse frente al volante (en detrimento de los hombres) y porque el reto de conseguir la licencia de Tráfico ha perdido puestos en el ranking de asuntos preferentes entre los más jóvenes. 

Más mujeres y menos 'millenials'

Según las cifras facilitadas por la jefatura provincial de la Dirección General de Tráfico (DGT), la mayoría de los conductores que constan en el municipio capitalino (el 52%) siguen siendo hombres (27.919), pero en comparación a agosto de 2013, el colectivo masculino ha descendido en Pontevedra un 1,5%

Por el contrario, el sector femenino representan un porcentaje menor (el 48% del total), pero en estos momentos tienen permiso de conducción 25.834 mujeres, casi un 5% más de las que figuraban en el censo DGT hace diez años. 

Por edades, las últimas estadísticas no llegan a la escala provincial, pero las cifras oficiales de la DGT indican que si a principios de los años 2000 los conductores de entre 18 y 34 años representaban cerca del 40%, en 2019 (último dato disponible) esa franja apenas representaba el 25%. Además, por si quedaran dudas, la empresa de transportes Uber arroja un segundo dato: en la generación del baby boom (los nacidos entre 1946 y 1964) el 81% tiene carné, pero en la cosecha de los millenials (1985-1995) esa tasa baja en siete puntos. 

Gloria Couto, de la Autoescuela Teucro, confirma que, hoy por hoy, en las aulas se ve que "sacarse el carné de conducir ya no es una clara prioridad para los más jóvenes". "Antes sí lo era, pero ahora es más común que lo hagan en dos fases, porque tienen otras preferencias. A algunos sí les hace realmente ilusión, pero a muchos otros no les corre prisa", indica.

La profesional vincula el fenómeno a los cambios sociales y logísticos que se han producido en los últimos años. "Ahora hay más alternativas para desplazarse a la hora de salir y, además, muchos van a la Universidad, donde no es necesario coger mucho el coche", precisa. 

En el caso de esta autoescuela (con sede en Pontevedra y Ponte Caldelas), la edad media de los alumnos sigue siendo baja en verano, la temporada estrella que eligen los estudiantes para aprender a conducir. Sin embargo, fuera de este período asiste "gente de todas las edades". "Hace poco incluso tuvimos un alumno de 74 años al que no le canjearon su permiso extranjero y tuvo que sacarlo aquí, como si empezase de nuevo", explica Couto. 

Los márgenes del negocio se desploman

A nivel sectorial, la expedición de permisos de conducción ha ido recuperando el pulso después del batacazo que se produjo después de la crisis inmobiliaria de 2008. Gloria Couto precisa que la recuperación se ha producido sobre todo en los últimos dos años, pero también advierte de que el volumen de negocio no solo no ha crecido al compás, sino que más bien ha perdido fuelle. 

La creciente competencia (con la aparición de nuevas academias), la crisis y un mayor desinterés entre las nuevas generaciones por sacarse el carné han llevado a reajustar e incluso bajar precios. En el caso de la Autoescuela Teucro, por ejemplo, la formación tiene ahora un coste de unos 250 euros, 115 menos que hace 15 años, y la práctica ronda los 29 euros, prácticamente el mismo importe que a principios de siglo. "Cualquiera que va al supermercado puede ver que todo ha subido de precio, incluso en el taller. Sin embargo, nuestros precios son más bajos que hace 20 años. Si le quitamos el IVA, de cada práctica nos quedan 23 euros y con eso tienes que pagar profesor, mantenimiento del vehículo, carburante y seguro. No es fácil", concluye Couto. 

Al menos 166 pontevedreses perdieron todos los puntos

Las fuentes consultadas de la Dirección General de Tráfico no han podido precisar cuántos pontevedreses disponen del máximo de puntos del carné de conducir (un total de 15) y cuántos han perdido la licencia debido a las infracciones cometidas. Sin embargo, sí informan de que solo durante el año pasado 354 conductores de la provincia tuvieron que participar en alguno de los cursos de sensibilización y reeducación vial que se celebraron en Pontevedra. Del total, 166 fueron cursos de recuperación total de puntos y 188 de recuperación parcial.

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