El pontevedrés Lorenzo Toledano era el cabecilla de una gran organización dedicada a suministrar embarcaciones dedicadas al transporte de hachís en el Estrecho. Así lo refleja la sentencia dictada por la Audiencia Nacional que ahora acaba de ratificar en su mayor parte el Tribunal Supremo, que entiende, eso sí, que en su caso no se le puede tener en cuenta la agravante de reincidencia. Sus antecedentes estarían cancelados, por lo que el gran capo gallego del hachís, con contactos para surtir de lanchas a los grupos del Sur de España y del Norte de África, pero también con capacidad para aportar infraestructura para el transporte de cocaína, obtuvo una ligera rebaja en su condena.
Los doce años y medio de cárcel que ahora le imponen (uno y medio menos de lo dictado en la AN) dejan a uno de sus teóricos subordinados, Francisco José P.A., con la mayor pena en un proceso que se inició con 21 acusados, tras una laboriosa investigación de la unidad Greco Galicia.
El Supremo también rebajó, aunque por distintos motivos, las penas para el citado Francisco José, "experto piloto de planeadoras", según el dictamen, para Román C.F. y para Francisco Javier Fernández Pomares, alias ‘Peque’ (apodo heredado de su padre), a quien se consideró organizador de un alijo de 500 kilos de cocaína interceptado en un velero.
En el caso de estos tres narcotraficantes, los jueces estiman que no cometieron el delito en el seno de un grupo criminal, sino que solo se asociaron de forma puntual para un transporte de droga determinado. Es por ello que les condena por delitos contra la salud pública a 13, seis y medio y nueve años de prisión, respectivamente.
Todos los penados deberán pagar multas multimillonarias.