La semana pasada, Diario de Pontevedra daba cuenta de la caída de la banda del Taca con la detención de diez personas presuntamente relacionadas con la organización atribuida a Raúl G.C., investigados por numerosos delitos contra el patrimonio.
El operativo de la Brigada Central de Estupefacientes sirvió para desmantelar un grupo criminal especializado en los asaltos por el método del alunizaje en toda España que, según la Policía, había dado el salto al narcotráfico. Sin embargo, entre la decena de arrestados no se encuentra el citado Raúl G.C., tal y como se publicó por error. Alias Taca no está entre los investigados en el asunto que se saldó con la incautación de 1.300 kilos de cocaína en Marín y, por lo tanto, tampoco está en prisión.
La Policía Nacional aprehendió en la operación, bautizada Arya, 550.000 euros en efectivo y numerosos vehículos de gama alta empleados para el ocultamiento y el transporte de las sustancias por toda España. En este caso, los detenidos cayeron en Marín cuando acudían en busca de la droga, que pretendían transportar en 25 grandes bolsas negras que, a su vez, introducirían en maletas que habían traído desde Madrid. En la localidad pontevedresa fueron arrestadas cinco personas, mientras que las cinco restantes fueron interceptadas en la capital de España, centro de operaciones de la red delictiva.
Representantes de Raúl G.C. informaron este jueves de que esta persona "no solo no ha sido detenida, sino que ni tan siquiera está resultando investigada por las diligencias acaecidas en virtud de esta operación policial". Aclararon además que "no existe vinculación o relación alguna con las personas detenidas e investigadas por estos hechos".
La mencionada operación Arya fue desarrollada con la colaboración de la unidad Greco Galicia, tras meses de una investigación en la que, además de la Policía Nacional, se contó con especialistas de la sección de Cocaína de la Brigada Central de Estupefacientes, además de manejar informaciones que se obtuvieron en coordinación con la Fiscalía de Colombia y la norteamericana Drug Enforcement Administration (DEA).
Las diez personas que resultaron detenidas y que fueron conducidas a prisión por orden judicial eran expertos conductores que, según las diferentes investigaciones policiales, pretendían distribuir la cocaína por otras provincias de España.
