Diez años. Es el tiempo que ha pasado desde que Costas diera el visto bueno a la recalificación de los terrenos que en su día ocupó la fábrica de tableros de Tafisa a orillas del río Lérez. Desde entonces, poco o nada han avanzado los planes urbanísticos previstos en la zona.
El principal motivo del frenazo inmobiliario se debe a la crisis del sector privado, que ha frustrado la construcción de 700 viviendas. La última ocasión en la que los promotores del complejo residencial se interesaron por el asunto fue en 2014. La inmobiliaria PonteLérez, creada por el grupo Lar para poner en marcha estos proyectos, realizaba una consulta ante la Concellería de Urbanismo para conocer el estado de los terrenos para un edificio de 257 pisos, cuya fachada estaría orientada hacia Xosé Malvar.
La reactivación administrativa del primero de los siete inmuebles previstos en el lugar no cuajó. De hecho, el Concello no ha recibido hasta la fecha ninguna solicitud de licencia.
Otra de las iniciativas que no ha salido adelante es la del primer hotel de cinco estrellas de la ciudad. El Gobierno local tiene a la venta el solar de 3.173 metros cuadrados por dos millones de euros, una cantidad que podría variar. El concejal de Patrimonio, Vicente García Legísima, reconoce que es necesario volver a tasar el valor de la finca, cuyo valor se fijó antes del estallido de la burbuja inmobiliaria.
La retasación de los terrenos, que están situados en la confluencia entre Xosé Malvar y la avenida de Bos Aires, justo enfrente del puente de Os Tirantes y del Centro Galego de Tecnificación Deportiva, facilitaría su venta. "Hai empresas que xa amosaron o seu interese pola parcela", recuerda García Legísima.
REURBANIZACIÓN. Hasta que no se formalicen las ofertas por esta finca, el Concello estudia la posibilidad de dar "usos alternativos" a la misma. Así lo anticipa la concejala de Urbanismo, Carme da Silva, que evita concretar la finalidad de esta parcela.
El Gobierno local sostiene que sus parcelas "están coidadas" y anuncia que ordenará la limpieza de la maleza de solares privados
Los antiguos terrenos de Tafisa, al menos una parte de sus 112.500 metros cuadrados, se reabrieron al público en verano del año pasado después de casi cuatro años de obras. La culpable del retraso en los trabajos de reurbanización fue el grupo Lar, al que el Gobierno local le dio hasta tres ultimátums para que rematase las actuaciones pendientes en la zona: labores de jardinería y plantación de césped, arreglo de deficiencias en servicios o la demolición de la antigua carpintería de Tafisa.
Da Silva asegura que la reapertura de la urbanización, en la que se abrieron varios viales, ha favorecido su uso por parte de la ciudadanía. "O convenio coa empresa permitiu aumentar o espazo público de ocio en Pontevedra que está a ser moi utilizado polos veciños", dice en referencia al convenio de recalificación que en 2003 el Concello firmó con la desaparecida firma de tableros.
EQUIPAMIENTOS. La retirada de las vallas que hasta mediados del año pasado cercaban este equipamiento facilitó el acceso al parque infantil construido en el lugar, en el que existen algunas parcelas en las que crece la maleza y en las que se acumulan restos de madera.
La edil de Urbanismo sostiene que las fincas que el Gobierno local tiene en Tafisa "están coidadas" y anuncia que ordenará la limpieza de aquellas que sean de titularidad privada. "Solicitarémoslle o adecentamento das parcelas a estas empresas, como facemos de forma periódica", recalca Da Silva.
La conversión de suelo industrial a urbanizable para uso residencial y dotacional dio una nueva vida a los terrenos que ocupaba la antigua fábrica de tableros en el Lérez. Este proceso, que fue fruto de una larga y compleja tramitación administrativa, se cerró de forma definitiva en 2010, año en el que la Xunta dio el visto bueno a la modificación del Plan Xeral de Ordenación Urbana (PXOU) para la parcela destinada al Edificio das Artes de la Universidade de Vigo.
Además de este proyecto educativo, el solar de Tafisa se completa con siete edificios de vivienda privada, un hotel de lujo, parques y jardines, un centro social (ya descartado) y un inmueble para pisos sociales. Estos últimos serían promovidos por el Gobierno gallego, aunque no se descartan otras posibilidades: que los construya el Concello o que la parcela residencial salga a la venta vía concurso.
