Técnicas de Galicia aplicadas al Sur de la Península ponen en jaque a los narcos

La Policía ataca a la cabeza de las tres principales organizaciones: Los Castaña, Messi y Emilio el Moro ► Investigación promocional y comiso de la infraestructura logística, los grandes avances

Imagen del Plan Meridional para la prevención del tráfico de hachís en el Campo de Gibraltar. CNP
photo_camera Imagen del Plan Meridional para la prevención del tráfico de hachís en el Campo de Gibraltar. CNP

El Plan Meridional ya puede ser conocido como la operación Tabaiba del Campo de Gibraltar. La Brigada Central de Estupefacientes ha impulsado un trabajo combinado para poner freno a la espiral delicuencial que se vivía en el Sur de la Península alrededor de las actividades de los narcotraficantes. Para tal fin, ha trasladado las eficaces técnicas empleadas en las Rías Baixas a lo largo de los años a Andalucía, con un objetivo claro: atacar a las organizaciones criminales desde todas las vertientes. Para ello ha resultado clave la combinación de la dilatada experiencia y el buen hacer de los agentes de la zona con la llegada a la cúpula de la BCE de Antonio Duarte, histórico jefe de los Greco Galicia, capaz de desmantelar los principales grupos de lancheros dedicados al tráfico internacional de cocaína.

El citado Plan Meridional, del mismo modo que ocurrió diez años atrás en la ría de Arousa con la operación Tabaiba, ha servido para desmantelar por completo las organizaciones criminales más importantes, así como para investigar su patrimonio y, en muchos casos, arrebatárselo.

Así, Los Castaña, Messi o Emilio El Moro cayeron en los últimos meses del mismo modo que una década atrás fueron detenidos en Galicia los grupos de Patoco y Parido, que habían tomado el testigo de los antiguos clanes, entonces en prisión.

Todos ellos se enfrentan ahora a importantes penas de cárcel pero, lo que es más importante para la Policía, a la pérdida de gran parte del patrimonio que llevaban años amasando a base de cruzar el Estrecho con lanchas neumáticas repletas de fardos de hachís.

En las últimas semanas, además, los agentes dependientes de la Brigada Central han detectado la presencia de importantes zulos que, al más puro estilo de los que aún existen en ciertos puntos de Arousa (en A Illa, por ejemplo), sirven para el almacenamiento de las sustancias para su posterior venta a clientes de toda Europa. Una laboriosa investigación sirvió para la detención de 14 personas y el decomiso de seis toneladas de droga. Cuatro de ellas se hallaban en pleno monte, en un lugar que solo era accesible en todoterreno y que se hallaba bajo vigilancia constante por parte de miembros del grupo de narcos que acabó siendo desarticulado.

Pero además de la detención de los cabecillas y del ataque directo a sus bienes a través de investigaciones que, a partir de ahora, pasarán a manos de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (la misma que sigue el rastro de las inversiones de Sito Miñanco en Sudamérica), la Policía Nacional ha golpeado a la infraestructura.

Del mismo modo que en Galicia fueron hallados los galpones en los que se pertrechaban las planeadoras, las propias embarcaciones, los motores e incluso las empresas que los suministraban, en Andalucía se están consiguiendo resultados similares a partir de idénticas técnicas de trabajo, basadas en las vigilancias y los seguimientos constantes y en la recopilación de información para, posteriormente, llevar a cabo las operaciones.

La incautación de vehículos todoterreno que se emplean para el traslado de la droga desde las playas hasta los zulos, el hallazgo de armas e incluso de pequeñas cantidades de cocaína están siendo igualmente importantes en las últimas semanas.

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