El teletrabajo está ganando terreno en el mercado laboral estatal, autonómico y local. Es verdad que la conquista está siendo lenta y que las empresas que abogan por este sistema todavía son minoría. Sin embargo, también es cierto que es una tendencia al alza y que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 27% de las compañías españolas ya ofrecen esta posibilidad a sus empleados en mayor o menor medida.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Eurofound estiman en un estudio publicado el año pasado que el 17% de los empleados europeos ya efectúan el teletrabajo y que en el caso de España el porcentaje ronda el 6% del conjunto de asalariados. ¿Qué sucede a escala local? Por lo de pronto, no hay estadísticas que permitan conocer con exactitud el alcance del trabajo a distancia, pero sí hay indicios de que esta modalidad se está imponiendo en Pontevedra, tanto en el ámbito público como en el privado.
Uno de los síntomas es que el año pasado 29 empresas y autónomos de la provincia recibieron incentivos de la Consellería de Traballo e Benestar para facilitar la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, incluidas subvenciones para habilitar puestos de teletrabajo o para adquirir elementos tecnológicos que fomenten este modp de trabajar. A estas se suman un número (todavía por cuantificar) de ayudas concedidas en años anteriores a otras empresas que también tuvieron como objetivo promocionar el trabajo a distancia.
La Consellería subraya que las firmas beneficiarias de las últimas subvenciones forman parte de un grupo de 150 pymes gallegas a las que la Xunta destinó 760.000 euros para implantar sistemas de gestión de RSE, es decir, medidas consideradas de Responsabilidad Social Empresarial que persiguen dar lugar a sociedades más comprometidas con el medio ambiente, la igualdad o la conciliación familiar. «Para a Xunta é na actualidade unha prioridade difundir os valores da RSE entre o tecido produtivo, axudando ás pemes a implantar unha xestión baseada en comportamentos responsables, entre os que se atopa o impulso ao teletraballo. A competitividade das empresas crecerá se existe un verdadeiro compromiso cun modelo económico responsable e que impulse o coidado do medio ambiente e o uso das enerxías renovables», señalan responsables del departamento autonómico.
Más de 10.000 empleados públicos de la Administración autonómica disfrutan de flexibilidad horaria
FLEXIBILIDAD HORARIOA. En el área de la Administración pública sí es posible conocer con más precisión el alcance del teltrabajo, ya que el propio Ejecutivo se encarga de supervisar la evolución del sistema.
Según los datos facilitados por la Consellería de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza, en la actualidad hay 276 funcionarios que cumplen su jornada laboral desde casa, de los que 192 (el 69,56%) pertenecen a los servicios centrales ubicados en Santiago de Compostela y 84 (el 30,43%) a los servicios periféricos de las distintas consellerías. En el caso de la provincia pontevedresa, hay 32 empleados públicos que recurren a esta modalidad laboral, de los que 18 son mujeres y 14 hombres. La mayor parte (22) tienen su puesto asignado en Pontevedra y el resto (10) en Vigo. Casi la mitad se reparten entre la Consellería de Sanidade (7) y la Consellería de Facenda (6), y el perfil más habitual es el de inspector (con 13 casos).
La Consellería incide en que el teletrabajo fue una de las modalidades promocionadas por el Ejecutivo gallego a partir del 2 de enero de 2014, junto a la flexibilidad horaria. «Con estas medidas o persoal da Xunta de Galicia pode distribuír a realización de ata unha cuarta parte da súa xornada laboral e, sempre que se cumpran os requisitos regulados normativamente, traballar fóra das dependencias da Administración. Todo iso co obxectivo fundamental de acadar unha maior eficiencia na prestación dos servizos públicos a través das novas tecnoloxías e fomentar unha maior conciliación da vida familiar e laboral dos traballadores», indican responsables de Presidencia, Administracións Públicas e Presidencia.
Actualmente más de 10.000 funcionarios gallegos (10.405) están haciendo uso de la flexibilidad horaria de su jornada laboral, lo que supone un incremento de 127 trabajadores más respecto al año anterior. Dentro de estos, 1.303 son empleados con hijos menores de 12 años o personas dependientes a su cargo.
PRÓRROGAS AUTORIZADAS. En mayo de 2015 la Xunta comenzó a aprobar las primeras prórrogas del teletrabajo después de que transcurriera un año desde las primeras autorizaciones concedidas. En la actualidad, todos los empleados públicos que cumplieron un año trabajando bajo esta modalidad obtuvieron permiso para seguir con el sistema un año más, «froito da boa experiencia e dos beneficios desta medida, sen que se tivese denegado ningunha solicitude de prórroga», añade la Consellería. De esta forma, el número de autorizaciones concedidas (276) triplica el volumen de denegaciones (77).
Con carácter general, los beneficiarios son trabajadores que cuentan con una antigüedad igual o superior a los dos años y que cuentan con experiencia de prestación de servicios en puestos con funciones y tareas análogas a las del cargo para el que solicitan el derecho al teletrabajo.
