Primero la paralización de la actividad laboral tras el brote de la covid-19 y después la necesidad de aplicar una serie de precauciones en las relaciones sociales forzaron, en unos casos, y acentuaron, en otros, la necesidad de trabajar a distancia. Cinco profesionales de Pontevedra y Vilagarcía vaticinan que este sistema llegó para quedarse.
El vilagarciano Martín García trabajaba en una empresa dedicada a la programación informática en Madrid, y después de varias semanas de incertidumbre, llegado el verano retornó a su domicilio, donde trabaja. Desde entonces, se marca sus horarios, está con su familia y amigos y ahorra el dinero que destinaba al alquiler del piso y el transporte. "Agora estou moitísimo mellor", señala.
Con respecto al futuro, cree que sería lógica la implantación paulatina del teletrabajo y añade que aquellas empresa que no apuesten por esta vía podrían verse obligadas por las que lo hagan porque les supone un ahorro y la productividad no baja.
La empresa de Pablo Fernández está en Pontevedra y se dedica a la elaboración de proyectos técnicos. "Tenemos que cambiar el chip, y en lugar de un horario debemos trabajar por objetivos", apunta antes de indicar que el empleado con que cuenta vive en Ponte Caldelas y ahora ganó tiempo al no tener que desplazarse todos los días, además de calidad de vida. "Cada día hay más recursos", apunta, por lo que esta vía es la del futuro, pronostica.
Desde hace veinte años, el matrimonio formado por Jesús Diéguez y Marina Rodríguez está al frente de una consultoría de empresas en Vilagarcía. Innovación, sistemas de gestión, medio ambiente y seguridad laboral son algunas de sus áreas.
Diéguez recuerda que tras el estado de alarma bajó la actividad, pero mantuvieron todas las empresas de alimentación para las que trabajan y aceleraron la apuesta por el teletrabajo, aunque puntualmente desarrollan la actividad desde su oficina.
Disponen de un buen equipo informático y las videoconferencias les permiten ahorrar horas de viaje diarias, que puede dedicar a desarrollar los proyectos. Tienen un hijo de doce años y se organizan estableciendo unos horarios de trabajo que compatibilizan con el apoyo en sus tareas escolares.
"Creo que se va a implantar un modelo mixto", plantea Jesús Diéguez, respecto al futuro, "presencial y a distancia".
José María Juanas: "No hay nada más verde que trabajar desde casa"
"No hay nada más verde que trabajar en casa", mantiene José María Juanas, y argumenta su afirmación: evitar los desplazamientos tendría como consecuencia un pronunciado descenso del uso del transporte (público y privado) que repercutiría en una notable reducción de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Otra cosa es que los gobiernos apuesten por esta vía. Juanas, que gestiona desde Pontevedra la compra de terrenos para la instalación de torres de telefonía en el norte de España, advierte de que el Gobierno pone pegas a esta vía, y también que una consecuencia del teletrabajo sería una reducción del consumo en cafeterías y restaurantes, además de en otros sectores, y con ella, un significativo recorte en los ingresos al Estado a través del IVA.
"Será necesario un reciclaje en el futuro y empezarán por uno o dos días por semana, que es un paso y está bien", pronostica. Personalmente, lo tiene muy claro. "Es una maravilla, tengo más tiempo, viajo menos, tengo más ingresos y menos gastos, además de más tiempo para estar con mis amigos y mi familia".
José María Juanas asegura que entiende a aquellos que "quieren ir a la oficina para escapar de su casa", y también las dificultades que pueden encontrar quienes deben atender a uno o a varios hijos, que no es su caso, y además se declara "muy casero".
Será necesario un reciclaje en el futuro y empezarán por uno o dos días por semana, que es un paso y está bien
En Pontevedra se encuentra también el domicilio de Fran Martínez, que se dedica sector digital. "Ya teletrabajábamos lo máximo posible antes del confinamiento porque ahorra tiempo y facilita la formación, y el confinamiento lo aceleró", expone. "Está sucediendo en otros países desde hace años", recuerda.
"Yo me planteo exprimir al máximo las relaciones sociales a través de los medios digitales porque es más cómodo, sencillo y económico", añade.
Respecto a la conciliación de la vida laboral y familiar, entiende que hay que distinguir los espacios profesional y personal en el domicilio, evitar las distracciones, y marcarse la misma rutina de horarios que en una oficina, lo que equivale, entre otras cosa, a ducharse y vestirse de calle en lugar de sentarse delante del ordenador con el pijama. "Hay mucha literatura y recomendaciones sobre ese tema", señala.
"Cuando pase esta crisis no podemos volver a la situación anterior"
"El futuro de las empresas de menores dimensiones pasa por la digitalización, y es fundamental que haya voluntad de cambio y modernización de todos los elementos que componen la cadena de valor". Esta conclusión figura en un informe elaborado por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA).
"Es fundamental llevar a cabo alianzas entre los diferentes agentes sociales: trabajadores, gobiernos y asociaciones", al igual que establecer vías de colaboración entre los autónomos para "hacer crecer las oportunidades y mejorar la visibilidad", recomienda.
Este colectivo plantea la necesidad de "avanzar hacia los sectores que aporten valor añadido, compuestos por profesionales y técnicos cualificados, como pueden ser las nuevas tecnologías y la robotización".
La planificación de los recursos y las estrategias es otra exigencia para lograr el éxito, recalca, y subraya que "la resiliencia es imprescindible para adaptarse a la realidad cambiante e innovadora, y puede salvar la situación y ayudar a crecer".
Este colectivo solicita que la cotización se ajuste a los rendimientos económicos para que sea más "equitativa" y porque rebajaría una "carga económica que no pueden soportar". En el apartado fiscal, reivindica su digitalización "automatizando los procesos contables", y acabar con la economía sumergida.
Eliminar la brecha de género es otra asignatura pendiente "Desde el punto de vista cuantitativo, es muy superior a la del empleo asalariado, por lo que es necesario impulsar el emprendimiento femenino". 
UPTA recuerda que los trabajadores autónomos representan más del 95% del tejido productivo en España y generan más del 70% del empleo.
Su presidente, el vilagarciano Eduardo Abad (que está superando la covid-19 en un hospital de Zaragoza), afirma que "el coronavirus acelera un proceso que ya estaba en marcha en sectores como el comercio y la hostelería", cuya pérdida de peso en los últimos años es evidente en beneficio de las franquicias y las superficies comerciales, y señala que el punto débil de la economía estriba en la baja productividad.
"Cuando superemos esta crisis no podemos volver a la situación anterior", afirma.
