La tensión en Ence incendia la política local

BNG, PSOE y PP se enzarzan en declaraciones cruzadas sobre la responsabilidad del futuro de la pastera y de las protestas violentas de los trabajadores
Diputados y portavoces del PP, en Poio. GONZALO GARCÍA
photo_camera Diputados y portavoces del PP, en Poio. GONZALO GARCÍA

La tensión en Ence por su incierto futuro en Pontevedra, al que el Gobierno central ha puesto fecha de caducidad en 2033, así como las violentas protestas de los trabajadores ante las instituciones de la ciudad, han acabado incendiando la política local. Cinco cargos públicos del PPdeG, tres del BNG y dos del PSdeG comparecieron este jueves ante los medios de comunicación en Pontevedra, Poio y Santiago para hacer públicas tanto sus críticas hacia el comportamiento de los rivales políticos como sus propuestas respecto a la pastera de Lourizán.

A juzgar por el tono de las declaraciones y las propuestas institucionales de cada uno, parece más bien imposible que, a estas alturas, remen todos en una misma dirección.

Desde los secretarios locales del PSOE y del PP en Galicia y la portavoz nacional del Bloque, hasta los líderes provinciales y locales, pasando por diputados autonómicos y nacionales, el fuego cruzado es ya una constante.

Los partidos cruzan mociones en Concello, Deputación, Xunta y Congreso

Las posiciones, en todo caso, parecen claras. Socialistas y nacionalistas acusan directamente al PP de estar en comunión con Ence y alentar las movilizaciones violentas (convocadas por Comisiones Obreras). Ambos partidos quieren a la compañía de celulosas fuera de la ría en el menor plazo posible, como muy tarde en 2033. Pero los dos piden una solución para los trabajadores mediante un traslado dentro de Galicia. Además, el PSOE niega que la nueva Ley de Cambio Climático vaya a afectar ni a Ence ni a otras industrias gallegas.

Los populares, en cambio, responsabilizan directamente al PSOE y al BNG de la crisis abierta en Ence, dudan de la "seriedad" de los ofrecimientos de diálogo con la empresa por parte del Gobierno central y niegan tajantemente estar detrás de las protestas. Sobre el traslado, recuerdan que es la empresa la que decide y sostienen que las herramientas para convencerla están más cerca del Gobierno central que del autonómico. Además, sostienen que la Ley de Cambio Climático es una «amenaza real» para otras decenas de empresas asentadas ahora mismo en la costa.

A partir de ahí, las iniciativas políticas de todos buscan refrendar sus afirmaciones políticas y retratar al adversario. En el Parlamento de Galicia, el diputado nacionalista pontevedrés Luís Bará anunció una moción para que sea la Xunta, "coas súas competencias en materia de industria", quien lidere la búsqueda de alternativas para Ence fuera de la ría. Habló de "unha saída ordenada e previamente consensuada nunha mesa de negociación". Y apostó además por la implantación de Ence en otro lugar pero creando "unha nova pasteira coas tecnoloxías necesarias para pechar o ciclo productivo fabricando produtos derivados da pasta e diversificando os usos do monte". Bará incidió en la necesidad de descontaminar los terrenos que ahora ocupa el complejo fabril en Lourizán, lo que, a su juicio, "xeraría moito traballo".

En Madrid, el PP, tal y como el viernes anunció en Poio el diputado vigués Diego Gago, presente en la comisión de Medio Ambiente, presentará de nuevo una enmienda a la Ley de Cambio Climático para tumbar el polémico artículo 18.4. Necesita para ello el apoyo del BNG y de ERC, o un cambio de postura del PSOE, cuestiones (cualquiera de ellas), improbables en el marco de tensión actual.

En la Deputación, el PP presentará otra moción, anunciada este viernes por Jorge Cubela, para reclamar "el apoyo unánime al mantenimiento de los puestos de trabajo de Ence en la provincia".

Y en el Concello, BNG y PSOE anunciaron dos mociones, por boca de sus portavoces Carme da Silva y Tino Fernández. La primera, para instar a Xunta, Gobierno central y Ence a trabajar para el traslado de la factoría "como única forma para garantizar su viabilidad y el mantenimiento de los puestos de trabajo". La segunda, para "rexeitar de maneira unánime a violencia, as ameazas e as chantaxes, inadmisibles en calquera sistema democrático".

CRUCE DE ACUSACIONES. Puestas las iniciativas políticas sobre la mesa, turno para las consignas políticas. Y este viernes hubo para todos los gustos y casi hasta el hartazgo. Desde el BNG, Mosquera y Bará hablaron abiertamente de una "Ence borroka", tras la cual situaron al PP y al presidente de la empresa, Ignacio de Colmenares. El vicepresidente de la Deputación apuntó a un traslado como única solución, pero recordó que "ningún rexedor vería con bos ollos recibir a Ence vendo esta Ence borroka".

Desde las secretarías generales, Gonzalo Caballero (PSdeG) exhortó a Feijóo a "dejar de ser un paraguas de ciertas actividades de extorsión y presión contra el Gobierno de España, y de actividades violentas". Y Miguel Tellado (PPdeG) señaló directamente al PSOE y al BNG de ser "responsables del ataque a las industrias gallegas situadas en la línea de costa". Mientras Caballero llamó a Ence y la Xunta a sentarse con el Gobierno central a "buscar soluciones con un traslado fuera de la ría", Tellado recordó que la propuesta legal del PSOE para el cambio climático es un "ataque a las industrias gallegas situadas en la línea de costa".

Entre los populares, Rafa Domínguez aludió al alcalde pontevedrés y al portavoz socialista (Lores y Fernández), como "responsables de una falta sensibilidad hacia lo que supone el trabajo para una familia". Y el portavoz del PP en Poio, Ángel Moldes, exigió al Gobierno "que lles faga caso aos traballadores, que son os que saben o moito que isto pode perxudicar ás súas economías familiares".