Un tercio del alumnado de segundo de Bachillerato volvió a las aulas

Inquietos y desconcentrados pero ilusionados. Y con mascarilla. Así se encontraban muchos de los alumnos y alumnas de segundo de Bachillerato de Pontevedra que este lunes regresaron a las aulas después de setenta y un días de confinamiento. La jornada, que transcurrió sin incidencias, estuvo marcada por las medidas de protección previstas en todos los centros: dispensadores de hidrogel a la entrada, marcas en el suelo indicando la distancia de seguridad, mamparas en los puntos de atención al público... elementos que ya formarán parte de la rutina de las próximas dos semanas en las que los institutos deberán compaginar la formación presencial y telemática.

Alrededor de un tercio del alumnado de los centros públicos de Pontevedra eligió acudir a clase para repasar contenidos de cara a las pruebas de ABAU que tendrán lugar en julio. El resto continúa con las clases de refuerzo a través de la plataforma digital dispuesta por la Consellería de Educación. Mientras que en la provincia el porcentaje de asistencia se sitúa en un 31%, en la Boa Vila asciende al 36% del total del alumnado con 214 estudiantes en clase.

DIFERENCIA. Así, en el IES Luis Seoane, acudieron a clase 25 de 28 alumnos y en el IES Xunqueira II el sesenta por ciento del alumnado se reencontraba en el instituto, mientras que en otros centros como el IES Torrente Ballester o el IES Frey Martín Sarmiento el porcentaje de alumnos que apostó por las clases presenciales se quedó en algo más un 12%. Lo mismo ocurre con el profesorado. En algunos centros su asistencia fue del cien por cien, como en el IES Xunqueira 2, mientras que en Xunqueira 1 asistieron de forma presencial dos profesores a primera hora, ya que el resto se acogen a la posibilidad de excedencia por ser padres de menores de doce años, tener mayores dependientes a su cargo o estar entre los grupos de riesgo, aunque tienen que seguir impartiendo docencia por vía telemática.

Puertas abiertas para evitar que nadie tenga que tocar los pomos, limpieza permanente y distribución de las aulas más amplias son algunas de las medidas que se pudieron ver el lunes en los distintos centros educativos. Lo explicaba para los medios de comunicación el director del IES Luis Seoane, de Monte Porreiro, que recibía a un grupo de 25 alumnos muy cohesionado y con muchas ganas de volver a verse las caras "aunque sea con una mascarilla", comentaron a su llegada. "Aquí temos os deberes feitos", remarcó el director, Carlos García.

PREOCUPACIÓN. También se escucharon las quejas de algunos profesores en distintos centros que se ven obligados a combinar la docencia telemática y presencial, para lo que, aseguran, no tienen medios ni preparación adecuada. "Non te informan de nada o único que nos mandaron da Xunta foi un paquete con cinco pegatinas de distancia social para o centro e 1.800 mascarillas chinas. O resto tivémolo que aportar nós", señalaba la jefa de estudios de un centro pontevedrés.

De "normalidad anormal" calificó la jornada del lunes el director del IES Torrente Ballester, Enrique Egea. "Houbo pouca actividade, moitos profesores sen clase porque dos de segundo había dous grupos que non compareceron", señaló al finalizar la mañana. "O problema é que o profesorado ten que manter a tensión para impartir clases telemáticas e presenciais a un tempo e nin estamos adaptados, nin temos hábitos, nin temos os medios adecuados", añadió.

Por su parte, la directora del IES Valle Inclán destacó la "expectación" de los alumnos. "Estaban un pouco desconcertados polas medidas hixiénico sanitarias e polo protocolo que houbo que aplicar. "Nalgún momento parecían emocionados. Algún incluso me deu as grazas polo traballo que fixemos durante estes meses. Temos un alumnado marabilloso", manifestó Pilar Frieitas, cuyo centro recibió al 50% de su alumnado de segundo de Bachillerato.

También en el otro instituto del centro de la Boa Vila la expectación fue una constante. "Estabamos impactados pero saiu todo moi ben", subrayó la directora del IES Sánchez Cantón, Rocío Vieites. "Tiñámolo moi artellado e o alumnado fíxoo moi ben".

David Alvariño, desde el IES Frey Martín Sarmiento, destacó el nerviosismo generalizado por las medidas de seguridad y lamentó que esta nueva situación trastoque el ritmo de clases online que se estaba llevando a cabo. "Hemos tenido que ajustar horarios presenciales con las clases vía web. El compaginarlas presenta problemas técnicos", indicó.

El IES Xunqueira 1 fue de los que menos alumnos recibió este lunes durante toda la mañana. Aún así también se han llevado a cabo todas las medidas previstas y han preparado clases de hasta doce alumnos "manteniendo escrupulosamente los dos metros. La directora, Carmina Aguado, mostró su preocupación por cómo se desarrollarán las pruebas ABAU y lo que ocurrirá en septiembre. "Todo el mundo pregunta, espero que haya mentes brillantes en Educación viendo cómo hacer".

El alumnado vuelve expectante y con la mirada puesta en la ABAU

A las 11.30 de la mañana alumnos del IES Luis Seoane Iván, Javier, José Manuel y Pablo salían a hacer un pequeño descanso. Con la conveniente separación y ataviados con sus mascarillas como si siempre hubiese formado parte del vestuario. "Necesitábamos volver a las aulas", sentenció Pablo Abelleira, uno de los jóvenes estudiantes de segundo de Bachillerato en este centro.

"Lo más difícil es continuar con la formación telemática que no tienen nada que ver con la presencial", remarcó. Pablo valoró el trabajo de sus profesores: "Sabemos que están aquí por nosotros, que se exponen por el aprecio que nos tienen y que de lo contrario estarían manifestándose para no tener que organizar clases presenciales", añadió este alumno que el año que en septiembre espera estudiar Derecho o Geografía e Historia. "Nos siguen matando con la ABAU. ¿Cómo van a meter a mil personas en un edificio en esta situación? Es una barbaridad", subrayó Pablo en representación de un grupo de compañeros.

En la mente de todos, alumnos y profesores, está el acceso a la universidad y los números clausus.

Futuros ingenieros, matemáticos, médicas, profesores y trabajadoras sociales, comentaron a las puertas del instituto que la situación de confinamiento estaba resultando "estresante". "No sabíamos a lo que nos enfrentábamos, estudiar era difícil", dijo Marta. "Lo que más destaco de la vuelta es que por fin pude volver a reencontrarme con mis compañeros. Lo peor es la pasividad de muchos de los profesores, solo dos profesoras aceptaron (en mi caso) darnos clase para repasar contenidos para la selectividad", subrayó Iván, a lo que un compañero matizó: "Algunos profesores han sido increíbles, nos han ayudado muchísimo, pero otros solo envían una lluvia de ejercicios".

"En esta situación es imposible estar al cien por cien", señalaron Alba y Lucía. También Natalia y Juliany indicaron lo "cuesta arriba que se hace estudiar en estas circunstancias".

"El rendimiento de una clase presencial es mucho mayor que una sesión virtual, ya que en casa estamos inevitablemente rodeados de estímulos que nos distraen; por lo que debemos invertir el triple de tiempo en una clase online que en una presencial", advirtió Cintia.

"Esperamos que volver a clase nos ayude a coger el ritmo de nuevo porque esta situación es muy complicada", dijo Pablo. "Es muy difícil concentrarnos y delante tenemos las ABAU, una prueba en la que fundamentalmente se va a valorar nuestra capacidad memorística, no valora nada más", concluyó.