El Concello reforzará el carácter peatonal de Cruz Gallástegui con una licencia para las terrazas. Estas podrán ocupar espacios hasta ahora prohibidos para las mesas y las sillas en esta céntrica calle: las antiguas plazas de estacionamiento, que algunos conductores utilizaban de forma errónea.
Para poder lograr este permiso, los tres negocios de hostelería que hay en la zona deberán esperar a la entrada en vigor del nuevo reglamento de veladores, que será inminente. La autorización se obtendrá a través de uno de los artículos de la normativa, concretamente aquel que alude al servicio del que se dotará el Gobierno local para resolver discrepancias territoriales como las surgidas en la Praza da Estrela, que mantiene a dos locales enfrentados: el Carabela y el Meigas Fóra.
La concejala de Urbanismo, Anabel Gulías, avanzó ayer que la colocación de las terrazas se ha hablado ya con los beneficiarios, que deberán cumplir con los límites que les marquen los técnicos municipales para poder desplegar sus mesas y sillas.
La edil nacionalista recordó que esta decisión, la de que no se utilicen las áreas de carga y descarga como aparcamiento, responde en parte a las reivindicaciones de los comerciantes. «En diversas reunións que mantivermos con eles manifestáronnos que a reforma inicial da rúa non chegara a cumprir todas as súas expectativas», recordó.
Los dueños de algunos negocios del lugar reclamaron en su día que la calle fuese totalmente peatonal, una petición que finalmente no se tuvo en cuenta. La reforma de Cruz Gallástegui supuso la implantación de la plataforma única, por lo que la calzada y las aceras se situaron al mismo nivel y los viandantes tienen prioridad sobre los coches.
Esta circunstancia no cambiará. El vial seguirá abierto al tráfico y con el mismo sentido de circulación. También se mantendrá la zona de carga y descarga, pero con una diferencia: no tendrá un área delimitada como hasta ahora. Los vehículos podrán parar para hacer recados en el lugar, como ocurre en Michelena. De esta forma, el Gobierno local quiere asegurarse de que los camiones no ocupen zonas de estancia para los ciudadanos.
Además, la velocidad de circulación seguirá con el límite de 20 kilómetros por hora.
VELADORES. Gulías informó ayer de que la normativa de veladores está a punto de ser aplicada. Para ello deberá salir publicada en el Boletín Oficial de la Provincia. Y una vez se supere este paso, las terrazas deberán someterse a nuevas normas.
Una de las más importantes afecta a los espacios que podrán ocupar las mesas y las sillas. Las terrazas deberán dejar un espacio libre en las aceras de 1,80 metros y no un metro, como ocurre ahora.
Otro de los requisitos que deberá cumplir el sector afecta a los toldos. Se prohibirán en casi todos los casos, excepto si cuentan con autorización expresa del Concello y no están situados en el casco histórico. Todas las estructuras deberán ser suprimidas seis meses después de la entrada en vigor del nuevo reglamento.
Los "paravientos" sí se permitirán, pero con unas características precisas, y siempre y cuando no obstaculicen el paso de peatones.
Los hosteleros que incumplan con alguna de las exigencias de la norma se expondrán por primera vez a sanciones económicas. Las multas serán de tres tipos, según su gravedad, siendo la más leve de 300 euros y la de mayor cuantía de 3.000.
