Los trabajadores del servicio postal de Correos y Telégrafos están llamados a movilizarse el próximo 7 de junio ante el "desmantelamiento y precarización" del servicio. Eusebio Cousillas, CC OO, José Corbacho, de UGT, Guillermo Mesejo, del Sindicato Libre, y Santiago Martínez, de CSIF, sindicatos que representan al 85% de la plantilla, denunciaron este miércoles un recorte de 180 millones de euros en los dos últimos años, que implica la supresión del servicio en zonas de la provincia, el cierre de oficinas, un exceso de temporalidad y la implantación de mini jobs.
"Correos, como servizo público, no está na axenda dos políticos", asegura Cousillas. Se trata de una situación que temen se repita este año, ya que la negociación entre el Gobierno central y las fuerzas políticas de los Prespuestos Generales del Estado aún sigue adelante.
Los recortes ya afectan a Pontevedra, con reducción del horario de atención al público de oficinas como la de A Lama
Estos recortes ya afectan a Pontevedra, con reducción del horario de atención al público de oficinas como la de A Lama, y hacen peligrar otras como la de Seixo. Además, denuncian que desde 2011 se han perdido 186 puestos de trabajo fijos en la provincia y han aumentado los contratos eventuales.
Los sindicatos coinciden en que los recortes están afectando al personal, que se ve obligado a asumir una carga de trabajo sobredimensionada, sobre todo en las zonas rurales, una situación que provoca retrasos en las entregas. "Tenemos la obligación de repartir el 93% del correo en un máximo de tres días y los contratos a tiempo parcial, la falta de personal... Están haciendo que los compañeros no puedan hacer las zonas a diario", explica Santiago Martínez.
A estas reclamaciones se unen la congelación del Convenio Colectivo y el Acuerdo Funcionarial o el bloqueo del plan estratégico, problemas que "están convirtiendo a Correos en una empresa low-cost".
Los paros del 7 de junio serán de dos horas en cada turno y habrá una concentración frente a la Subdelegación del Gobierno a las 13.30 horas. Además, los trabajadores anuncian tres huelgas generales a finales de año en el caso de que la situación no mejore.
