Las columnas de humo volvieron a cubrir la factoría de Ence. Los trabajadores de la fábrica reanudaron en la mañana del martes las movilizaciones para reclamar, una vez más y sin más dilación, una fórmula que garantice la continuidad de sus puestos de trabajo.
La protesta comenzó con una concentración en la portería de la factoría y desembocó en el corte al tráfico de la autovía a Marín, a la altura del nudo de Celulosas, donde se quemaron neumáticos y se gritaron consignas reivindicando "una solución" a la situación de incertidumbre que vive la plantilla.
La manifestación fue convocada por el comité de la fábrica; el grupo que, liderado por la CIG, representa a los más de 200 trabajadores de la planta donde se elabora la pasta de papel. Su secretario, Pablo Bacariza, insistió a pie de la protesta en que el plantel acepta "cualquier solución que garantice la continuidad de los puestos de trabajo", pero que de momento no hay ninguna fórmula que satisfaga esta demanda.
Según dijo, los trabajadores no ponen trabas a la propuesta de adscribir los terrenos de Ence al Puerto de Marín, una opción promovida por el comité de oficinas (liderado por CC OO) y asumida por la propia Autoridad Portuaria para intentar sortear las sentencias que han anulado la prórroga de la concesión. Sin embargo, Bacariza advirtió de que "por el momento no sabemos nada" sobre los plazos y viabilidad de la proposición y, mientras tanto, cuando "el tiempo corre en nuestra contra".
Del mismo modo, el secretario indicó que el Gobierno central encargó un estudio sobre posibles ubicaciones para construir una nueva Ence en Galicia, "pero de momento tampoco sabemos nada". "Seguimos igual y eso a nosotros no nos vale", subrayó durante la movilización.
Además, el comité de la factoría reivindica que "nadie tome una decisión unilateral que precipite un cierre". Y que, cualquier fórmula que se alcance para dar continuidad al empleo, se adopte "en la mesa de diálogo, que es el marco que acordamos para lograr una solución".
LA PROTESTA, EN IMÁGENES
La protesta cortó al tráfico la autovía y la carretera vieja de Marín
Decenas de trabajadores participaron en la movilización, que partió de la fábrica para luego cortar al tráfico la autovía a Marín y la carretera vieja que conecta Pontevedra con el concello marinense. La protesta generó importantes retenciones a media mañana en ambos viales, así como en las calles anexas. Las colas duraron algo más de una hora, desde las once hasta pasadas las doce, cuando se puso fin a la manifestación.
Las columnas de humo era visible a varios kilómetros de distancia
La quema de neumáticos generó largas columnas de humo a eso de las 10.30 de la mañana, que eran visibles desde varios kilómetros de distancia. El suceso obligó a sofocar las llamas con extintores, aunque no se registraron mayores incidentes. Durante la protesta algunos de los manifestantes pintaron la calzada y los muros del acceso a la rotonda de Celulosas con el lema Ence sí.
La movilización fue supervisada por agentes policiales
Varias patrullas policiales supervisaron la protesta, respaldada por los tres sindicatos con representación en el comité de la fábrica: CIG, CC OO y UGT. La movilización se desarrolló de forma pacífica, de forma similar a la anterior protesta, celebrada el 30 de octubre con un modus operandi muy similar, con la quema de neumáticos y el corte al tráfico de los viales que conectan Pontevedra y Marín.
PARTES ENFRENTADAS. La manifestación avanzó por la carretera vieja de Marín, donde los trabajadores también cortaron el tránsito de vehículos, generando atascos en los accesos y salidas que conectan los municipios pontevedrés y marinense.
La movilización, respaldada por CIG, UGT y CC OO se disolvió a mediodía, de forma pacífica y ante la supervisión de agentes policiales, aunque la plantilla no descarta reanudar las movilizaciones.
La reclamación de una solución con futuro va dirigida tanto a la empresa como a la Xunta y al Gobierno central. ¿Cuál es la postura de cada uno de ellos?
La compañía insiste en que quemará todos los cartuchos en la batalla legal para intentar conseguir que la prórroga otorgada en 2016 por el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy sea declarada válida y se mantenga hasta la fecha prevista, el año 2073. Además, se sigue apoyando en el informe elaborado por la consultora Idom, que concluye que ninguna de las 400 ubicaciones examinadas en Galicia cumple los requisitos que se necesitan para levantar una nueva papelera.
Ence asevera que su continuidad en Galicia solo es posible si se mantiene con pulso la factoría de Lourizán, si bien también ha expresado que mantiene la puerta abierta a escuchar otras propuestas.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se comprometió a examinar el mencionado informe de la consultora, pero defiende que la ley vigente impide mantener en el litoral una factoría de las características de Ence y, de hecho, ha encargado un informe a la Universidade de Vigo para evaluar qué lugares de la comunidad podrían acoger la pastera, priorizando la comarca de Pontevedra. Además, le ha trasladado a la fábrica que la compañía podría acogerse a fondos europeos para levantar una fábrica, con nueva tecnología y capacidad para completar el ciclo de producción y elaborar papel.
Por su parte, la Xunta de Galicia respalda la postura de Ence y apoya la adscripción de los terrenos que ha empezado a tramitar la Autoridad Portuaria para que la empresa pueda seguir en Lourizán. El Ejecutivo gallego prioriza la conservación de los 5.000 empleos que la compañía cuantifica en Galicia. No así, el Gobierno local, que continúa reclamando la salida de la pastera de la ría y la construcción de una nueva papelera lejos del litoral en la que se complete el ciclo de producción en colaboración con el sector forestal gallego.
Batalla legal
El Tribunal Supremo ya ha recibido la mayoría de los recursos anunciados por la empresa, trabajadores y auxiliares contra los fallos de la Audiencia Nacional. Ahora lo que falta por ver es si los acepta o no a trámite, algo que no se espera conocer antes de verano.
